Un marinero de la Armada de Estados Unidos se declaró culpable de proporcionar información militar sensible a China, según informó el Departamento de Justicia el martes. El marinero, identificado como Edward DeLeon, era un especialista en comunicaciones asignado a una base naval en California. DeLeon admitió haber contactado con un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un oficial de inteligencia chino, y haberle entregado documentos clasificados sobre las operaciones navales, los sistemas de armas y las capacidades de los buques de guerra estadounidenses. DeLeon también reconoció haber intentado reclutar a otros miembros del servicio para que le ayudaran a espiar para China.
DeLeon fue arrestado en septiembre de 2020 después de una investigación conjunta del FBI y la Oficina Naval de Investigación Criminal. Se enfrenta a una pena máxima de 15 años de prisión y una multa de 250.000 dólares por el cargo de intento de comunicación de información de defensa nacional a un agente extranjero. Su sentencia está prevista para el 25 de enero de 2024.
El caso de DeLeon es uno de los varios que han involucrado a personal militar estadounidense que ha traicionado a su país al proporcionar información secreta a potencias extranjeras como China, Rusia e Irán. Estos casos han puesto de relieve la amenaza que suponen los espías extranjeros para la seguridad nacional y la necesidad de reforzar las medidas de contrainteligencia para detectar y prevenir las actividades de espionaje.