
THE LATIN VOX (16 de noviembre de 2025).- Daniela Medina.
La congresista republicana Marjorie Taylor Greene acusó públicamente al expresidente Donald Trump de alimentar una ola de amenazas dirigidas contra ella, luego de un dramático rompimiento entre ambos que ha sido catalogado como uno de los más intensos de la política interna del Partido Republicano. Greene sostuvo que los recientes ataques verbales de Trump en redes sociales han derivado en advertencias sobre su seguridad personal, incluido contacto con empresas de seguridad privada, lo que, según ella, representa un riesgo real para su vida.
Origen del conflicto: una alianza que se quiebra
Durante mucho tiempo, Greene fue una aliada incondicional del movimiento MAGA (Make America Great Again) y de Donald Trump. Sin embargo, en los últimos meses ha adoptado posturas divergentes con respecto al expresidente, especialmente en torno a temas polémicos como la publicación de los archivos relacionados con Jeffrey Epstein.
El detonante más reciente se produjo cuando Greene fue una de los pocos republicanos que apoyó una petición para forzar un voto en la Cámara de Representantes para revelar completamente los “Epstein Files” (documentos oficiales del Departamento de Justicia vinculados a Epstein). Ante esto, Trump respondió con fuertes críticas en redes sociales, retiró su respaldo político y la calificó de “traidora” y “una vergüenza” para el Partido Republicano.
Las acusaciones de Greene: amenazas, trolls y lenguaje incendiario
Greene publicó en X (la red social anteriormente conocida como Twitter) un mensaje contundente:
“La retórica agresiva que me ataca históricamente ha llevado a amenazas de muerte y múltiples condenas de hombres que fueron radicalizados por el mismo tipo de retórica que se dirige hacia mí en este momento. Esta vez por el Presidente de los Estados Unidos.”
Además, dijo haber sido advertida por empresas de seguridad privadas sobre posibles riesgos para su integridad:
“Ahora me contactan empresas de seguridad privada con advertencias sobre mi seguridad”, afirmó.
Según Greene, la agresividad de Trump no solo la pone en peligro a ella, sino que también “alimenta la naturaleza venenosa de sus trolls radicales en internet”, muchos de los cuales, afirmó, estarían “pagados”.
En su mensaje, la congresista hizo además una comparación que generó fuerte impacto: como mujer, dijo que toma en serio las amenazas de hombres radicalizados, y aseguró tener “una pequeña comprensión del miedo y la presión” que podrían sentir las mujeres víctimas del caso Epstein.
La respuesta de Trump: insultos y retirada de apoyo
Trump no se quedó callado. En una serie de publicaciones en sus redes, describió a Greene con insultos contundentes:
- La tildó de “lunática alocada” (“ranting lunatic”) y de “Wacky” (desequilibrada).
- En mensajes posteriores, la llamó “congresista de poca monta” (“lightweight”), “traidora” (“traitor”) y “una vergüenza para nuestro gran Partido Republicano”.
- Además, insinuó la posibilidad de apoyar a un rival para que le dispute su escaño en las próximas elecciones primarias: “Si la persona adecuada se presenta, tendrá mi apoyo completo e inquebrantable”, escribió.
Este distanciamiento de Trump es especialmente simbólico, dado que Greene lo apoyó activamente en sus campañas pasadas y fue una figura prominente dentro del ala más radical del MAGA.
Implicaciones políticas y simbólicas del enfrentamiento
1. Divisiones internas en el Partido Republicano
El choque entre Greene y Trump evidencia una creciente fractura dentro del partido. Greene ha emergido como una voz disidente, dispuesta a desafiar a figuras poderosas y a exigir más transparencia, incluso en temas delicados como el caso Epstein.
2. Riesgo y retórica en la era digital
Las acusaciones de Greene también plantean un debate sobre el impacto del lenguaje político agresivo. Si sus afirmaciones son ciertas amenazas derivadas de ataques verbales de una figura influyente, se abre una reflexión sobre la responsabilidad de los líderes al utilizar redes sociales para criticar a otros, especialmente cuando sus seguidores pueden radicalizarse.
3. Seguridad de los políticos
No es común que un miembro del Congreso acuse directamente al expresidente de “alimentar” amenazas hacia su persona. Esto podría llevar a un escrutinio mayor sobre las medidas de protección para representantes electos y sobre cómo gestionar conflictos “entre aliados” que se vuelven hostiles.
4. Tema Epstein como eje político
La disputa por los documentos de Epstein aparece como uno de los puntos más álgidos entre ambos. Greene insiste en que la transparencia sobre esos archivos es esencial y ha cobrado una postura más independiente al exigir su publicación completa. Esto la convierte en una figura incómoda para quienes quieren mantener información sensible bajo control.
Reacciones y contexto externo
- La The Guardian informó que Greene dijo haber recibido contactos de empresas de seguridad por su preocupación ante las amenazas.
- Según medios de análisis, su quiebre con Trump marca un momento de redirección para su carrera política, en la que ya no se limita a ser una aliada leal, sino una crítica con demanda de rendición de cuentas.
- También hay quien interpreta esta disputa como parte de un realineamiento más amplio dentro del MAGA: algunas figuras creen que Greene busca capitalizar el descontento con Trump entre ciertos sectores del partido.
Qué podría ocurrir a continuación
- Evaluación de seguridad: Las afirmaciones de Greene podrían llevar a revisiones de seguridad por parte del Congreso o agencias especializadas, sobre todo si las empresas que la alertaron entregan detalles adicionales.
- Mayor polarización: El conflicto podría intensificar la división entre los seguidores más fieles de Trump y aquellos republicanos que demandan más independencia o transparencia.
- Tensión electoral: Si Trump respalda efectivamente a un rival para desafiar a Greene en primarias, se podría desencadenar una batalla interna en Georgia, lo que podría debilitar la cohesión del MAGA local.
- Presión mediática: Greene podría usar su narrativa como plataforma para visibilizar su demanda de transparencia sobre Epstein y consolidarse como figura central en ese debate, incluso más allá del mero conflicto personal con Trump.
Lo que comenzó como una relación estrecha entre Marjorie Taylor Greene y Donald Trump ha derivado en una disputa pública de proporciones inquietantes. Greene no solo acusa a Trump de romper su alianza política, sino de poner su seguridad en riesgo mediante un discurso agresivo que, según ella, ha desatado amenazas reales.
Este enfrentamiento, además de tener profundas implicaciones internas para el Partido Republicano, arroja luz sobre un problema cada vez más común en la política moderna: cómo la retórica en redes sociales puede traspasar los límites del debate político y convertirse en un elemento peligrosamente tangible.
En un momento en que la polarización es una constante en EE. UU., esta confrontación entre dos figuras conocidas del MAGA podría marcar un punto de inflexión tanto para sus carreras como para la estrategia y la identidad del movimiento.
Fuente: www.reuters.com
Foto: Google fotos