Mark Carney y Xi Jinping se reunirán en Corea del Sur en medio de un giro estratégico de Canadá hacia Asia

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THE LATIN VOX (31 de Octubre del 2025).- Por Daniela Medina. 

El primer ministro canadiense Mark Carney y el presidente chino Xi Jinping sostendrán un encuentro de alto nivel durante la cumbre de la Asia‐Pacific Economic Cooperation (APEC) que se celebrará en Gyeongju, Corea del Sur, este viernes a las 16:00 h (hora local, 07:00 GMT). Esta reunión marca la primera vez desde 2017 que un líder canadiense se sienta formalmente con Xi, en el marco de un esfuerzo decidido de Canadá por reconfigurar su posición internacional ante la creciente tensión con Estados Unidos.

El trasfondo del encuentro

Durante los últimos meses, Canadá ha vivido un escenario comercial y diplomático particularmente desafiante:

  • Washington ha impuesto aranceles severos sobre productos canadienses (acero, aluminio, madera), creando un clima de confrontación bilateral que Ottawa ha considerado insostenible.
  • El anuncio de que “la era del libre comercio e inversión con reglas fijas ha terminado”, realizado por Carney en el marco del APEC, indica una percepción de que el orden económico global está siendo transformado.
  • En ese contexto, Carney está desplazando el centro de gravedad de la política comercial canadiense hacia Asia-Pacífico, buscando diversificar mercados más allá de Estados Unidos. China, como segundo socio comercial de Canadá, se convierte en pieza clave de esa estrategia.

Objetivos principales de la reunión

En su encuentro, Carney y Xi abordarán varios temas de gran relevancia estratégica para Canadá y China:

  • Reconstrucción de la confianza bilateral: Las relaciones se encontraban deterioradas tras detenciones canadienses, acusaciones de interferencia electoral y sanciones mutuas; Xi ha señalado en su discurso que “las relaciones entre China y Canadá han mostrado signos de recuperación hacia una senda de desarrollo positivo”.
  • Comercio e inversión: Ottawa busca reabrir el mercado chino para productos agrícolas como la colza y el cerdo, que han sido objeto de medidas antidumping por Pekín, al tiempo que evalúa reducir aranceles sobre vehículos eléctricos chinos. El gobierno canadiense reconoce que ese camino es “complicado” debido a los compromisos con Washington y al T-MEC.
  • Diversificación de exportaciones: Carney ha declarado que Canadá tiene el objetivo de duplicar sus exportaciones fuera de EE.UU. en la próxima década, lo cual implica una apuesta fuerte hacia los mercados asiáticos.
  • Seguridad y geopolítica: Más allá de lo económico, la reunión en el marco del APEC permitirá que Canadá muestre su presencia en un tablero de Asia-Pacífico que cada vez ente más sectores como defensa, tecnología, minerales críticos y cadenas de suministro.

Importancia global del acuerdo

Este encuentro entre Canadá y China tiene implicaciones que trascienden la bilateral:

  • Un mensaje a Estados Unidos: Al posicionarse más cerca de Asia y dialogar con China, Canadá envía la señal de que no permanecerá pasivo ante políticas arancelarias agresivas de Washington.
  • Reordenamiento del comercio global: Un giro canadiense hacia Asia refuerza la idea de que el orden comercial pos-guerra basado en EE.UU. como centro está siendo reemplazado por redes multipolares de comercio, inversión y alianzas estratégicas.
  • Nuevo rol para China: Xi busca reforzar la imagen de China como defensor del libre comercio frente al proteccionismo estadounidense; al recibir a Carney, China hace ver que puede desempeñar el papel de “socio alternativo”.

Desafíos que enfrentan ambas partes

A pesar del optimismo, el camino por delante presenta riesgos y obstáculos claros:

  • Canadá debe equilibrar su dependencia histórica de Estados Unidos con su nueva apuesta asiática: la transición no es inmediata y conlleva costos.
  • China plantea condiciones estrictas para el acceso a su mercado (protección de industrias locales, barreras regulatorias), lo que complica el camino para productos canadienses.
  • Las tensiones comerciales con EE.UU. siguen latentes: Ottawa no puede permitirse alienar al principal socio sin un plan de respaldo.
  • El mensaje público que Carney lanzó sobre el fin del libre comercio “basado en reglas” puede generar recelo entre aliados tradicionales y provocar incertidumbres en inversores internacionales.

Próximos pasos y escenarios

  1. Primera fase de entendimiento: La reunión sirve como gesto político de reapertura; se espera un comunicado conjunto que fije prioridades de colaboración y un posible calendario de trabajo.
  2. Negociación técnica: Tras la diplomacia inicial, se abrirá la vía técnica para tratar colza, vehículos eléctricos, minerales críticos y cadenas de suministro con China.
  3. Ampliación hacia Asia-Pacífico: Independientemente del éxito con China, Canadá fortalecerá vínculos con Corea del Sur, Japón, ASEAN e India como parte de su política de diversificación.
  4. Riesgos de contracción: Si no se logran avances concretos, Canadá podría quedar expuesto a represalias de EE.UU. o, por otra parte, a promesas incumplidas que debiliten la credibilidad del gobierno de Carney.

La reunión entre Mark Carney y Xi Jinping en la cumbre del APEC representa más que un gesto diplomático: es el símbolo de un cambio estratégico en la política exterior canadiense, donde Ottawa busca dejar de ser simplemente “el socio de al lado” de Estados Unidos para convertirse en un actor dinámico en el Indo-Pacífico.
La pregunta no es solo si logrará “acercarse a China”, sino cómo traducirá ese acercamiento en oportunidades reales para empresas canadienses, agricultores, inversionistas y ciudadanos que buscan un crecimiento fuera de los límites tradicionales.
En el tablero global que cambia vertiginosamente, Canadá apuesta por una nueva jugada. El éxito dependerá de su capacidad para jugarla con equilibrio, ambición y resultados tangibles.

Fuente: www.theglobeandmail.com

Foto: Google fotos


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