Hace tres días, un masivo deslizamiento de tierra en Papúa Nueva Guinea sepultó a más de 2,000 personas, según informó el gobierno el lunes. El terreno peligroso dificulta la ayuda y disminuye las esperanzas de encontrar sobrevivientes. El Centro Nacional de Desastres proporcionó esta nueva cifra en una carta a las Naciones Unidas, que había estimado posibles muertes en más de 670.
El deslizamiento ocurrió el viernes por la mañana, cuando el costado de una montaña arrasó con el pueblo de Yambali mientras los residentes dormían. El pueblo está ubicado en una región montañosa y boscosa conocida como las Tierras Altas, y es difícil de alcanzar en circunstancias normales.
Hasta hace dos años, se creía que al menos 4,000 personas vivían en el pueblo, pero los datos de población son difíciles de confirmar, ya que Papúa Nueva Guinea no ha realizado un censo desde el año 2000.