La Universidad McGill ha decidido retirar su oferta de amnistía y adoptar una postura más firme hacia los manifestantes pro-palestinos que ocuparon recientemente sus instalaciones. Esta medida sigue a las protestas llevadas a cabo por grupos estudiantiles que expresaban solidaridad con Palestina y criticaban las políticas israelíes en la región.
Inicialmente, la universidad había ofrecido amnistía a los manifestantes como parte de un intento de resolver pacíficamente la situación y facilitar el diálogo entre las partes involucradas. Sin embargo, tras una evaluación interna y considerando diversos factores, incluyendo la seguridad y el cumplimiento de las normas universitarias, McGill ha decidido cambiar su enfoque.
En respuesta a la ocupación y las demandas de los manifestantes, que incluían el retiro de inversiones en empresas vinculadas a Israel, la universidad ahora ha endurecido su tono. Esta nueva posición implica la posibilidad de consecuencias disciplinarias para quienes participaron en las ocupaciones y subraya el compromiso de McGill con el mantenimiento del orden y la seguridad en el campus.
La controversia continúa generando debate dentro y fuera de la universidad, reflejando tensiones más amplias en torno a la política exterior de Israel y los derechos humanos en Palestina.