
THE LATIN VOX (15 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un grupo internacional de médicos y científicos ha instado a romper el estigma que rodea al mifepristona —uno de los dos medicamentos más utilizados en los abortos médicos— para permitir que se estudie su potencial como herramienta preventiva frente al cáncer de mama en mujeres con alto riesgo de desarrollarlo.
En un artículo de opinión publicado en The Lancet Obstetrics, Gynaecology and Women’s Health, ocho especialistas en salud reproductiva y cáncer ginecológico, procedentes de centros de Londres, Edimburgo, Estocolmo y Erbil, argumentan que la mifepristona merece una oportunidad para ser investigada como alternativa no quirúrgica de prevención primaria.
“Es profundamente decepcionante que el éxito de la mifepristona en un área de la medicina clínica esté impidiendo su exploración en otras indicaciones que podrían beneficiar a la salud pública”, señalan.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres en la mayoría de países y causa unas 670,000 muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud.
Las pacientes con variantes genéticas BRCA1 o BRCA2 —que multiplican el riesgo— suelen enfrentarse a opciones limitadas: cirugías preventivas como la mastectomía o medicamentos de eficacia reducida.
Aunque los estudios son todavía pequeños, tres ensayos realizados en 2008, 2022 y 2024 han mostrado que la mifepristona, un modulador selectivo del receptor de progesterona, puede ralentizar el crecimiento de las células tumorales al bloquear la acción de esta hormona, implicada en el desarrollo de muchos cánceres de mama.
El problema, advierten los autores, es que la asociación del fármaco con la interrupción voluntaria del embarazo —y las restricciones legales al aborto en varios países— está desalentando a la industria farmacéutica a financiar investigaciones más amplias. En el Reino Unido, la mifepristona se administra junto al misoprostol en abortos de hasta 10 semanas de gestación.
Expertos y organizaciones contra el cáncer han respaldado el llamado a la investigación. “Necesitamos más opciones de reducción de riesgo que protejan la calidad de vida de las mujeres. Explorar todos los caminos, incluidos fármacos existentes, es fundamental”, afirmó Simon Vincent, director científico de Breast Cancer Now.
Desde Cancer Research UK, Marianne Baker recordó que cada año se diagnostican 57.900 casos de cáncer de mama en Reino Unido y que es “vital invertir en nuevas estrategias de prevención”. Aunque los resultados iniciales son prometedores, subrayó que se necesitan más estudios para confirmar la eficacia, la seguridad y los perfiles de pacientes que más se beneficiarían.
Para Kristina Gemzell Danielsson, autora principal del artículo y jefa del Departamento de Salud de la Mujer y la Infancia del Instituto Karolinska de Estocolmo, “los datos combinados apoyan el uso de la mifepristona para prevenir cánceres de mama de mal pronóstico”.
Los ensayos hasta ahora han administrado dosis bajas del medicamento durante dos o tres meses, con resultados que, según los autores, justifican ampliar la investigación sin que los prejuicios frenen su potencial.
Crédito fotográfico: CNN