A medida que el otoño se acerca, los expertos en salud están recomendando a las personas que consideren esperar para recibir su próxima dosis de la vacuna contra el COVID-19. Esta sugerencia se basa en varios factores clave que podrían influir en la efectividad y la protección a largo plazo de la vacuna.
Health Canada ha anunciado que está revisando las nuevas vacunas actualizadas contra el COVID-19 y espera completar este proceso para principios de otoño. Estas vacunas están diseñadas para ofrecer una mejor protección contra las variantes más recientes del virus, incluyendo las subvariantes de Omicron que han estado circulando ampliamente. La aprobación de estas vacunas actualizadas en los Estados Unidos ya ha comenzado, y se espera que Canadá siga el mismo camino pronto.
Los médicos están aconsejando a sus pacientes que esperen por estas dosis actualizadas antes de recibir una vacuna en otoño. La razón principal es que estas nuevas vacunas están formuladas para proporcionar una mejor protección contra las hospitalizaciones y las muertes causadas por las variantes actuales del virus. Según la Dra. Iris Gorfinkel, una médica de familia en Toronto, esperar por una vacuna mejor adaptada podría reducir significativamente las hospitalizaciones.
La inmunidad proporcionada por las vacunas anteriores y las infecciones previas disminuye con el tiempo. Esto significa que, aunque las personas puedan tener cierta protección residual, esta no es suficiente para garantizar una defensa robusta contra las nuevas variantes del virus. La Dra. Mandy Cohen, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., ha enfatizado que la protección disminuye con el tiempo y que ciertos grupos continúan estando en mayor riesgo.
El COVID-19 tiende a tener picos de actividad cada tres a seis meses, y se espera que uno de estos picos ocurra durante el invierno próximo. Por lo tanto, recibir una vacuna en otoño podría proporcionar una protección más efectiva durante los meses en los que el virus es más activo. La profesora de inmunología Dawn Bowdish de la Universidad McMaster en Hamilton, Ontario, ha señalado que esta estrategia podría ser crucial para mantener bajos los niveles de hospitalización y enfermedad grave.
Esperar hasta el otoño para recibir la próxima dosis de la vacuna contra el COVID-19 podría ser una decisión prudente. Las vacunas actualizadas están diseñadas para ofrecer una mejor protección contra las variantes actuales del virus, y recibir la vacuna en otoño podría proporcionar una defensa más robusta durante los meses de mayor actividad del virus. Los expertos en salud continúan monitoreando la situación y ajustando sus recomendaciones para garantizar la mejor protección posible para la población.