THE LATIN VOX (15 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El nadador más laureado de la historia olímpica, Michael Phelps, ha lanzado una dura crítica contra la federación nacional de natación de Estados Unidos (USA Swimming), a la que acusa de debilidad y de arrastrar una crisis estructural que amenaza el futuro del deporte en el país.
En un extenso mensaje publicado en Instagram, Phelps, de 40 años y ganador de 23 oros olímpicos (28 medallas en total), aseguró que ha visto a “demasiados compañeros luchar por competir en el deporte que aman sin el apoyo que necesitan”.
El exnadador, retirado en 2016, afirmó que el sistema actual “ya no funciona” y confesó que incluso dudaría en permitir que sus cuatro hijos practiquen natación competitiva en las condiciones actuales.
Phelps subrayó que su crítica no va dirigida a los deportistas: “Respeto profundamente a los nadadores estadounidenses que compitieron en el Mundial. Mi crítica es al sistema, a su liderazgo y a cómo está fallando. Las grietas siempre han existido, pero en los últimos nueve años han crecido”.
El campeón olímpico repasó su propia carrera, recordando que en muchas ocasiones sintió que su voz no era escuchada y que se le pedía “ser agradecido por la oportunidad de competir” y “guardar silencio para mantener la paz”.
Entre las soluciones que propone figuran un mayor apoyo a los nadadores jóvenes, priorizar las necesidades de los atletas de élite sobre las de los entrenadores y recuperar los niveles de afiliación previos a la pandemia. “Mi puerta está abierta y hay trabajo por hacer”, escribió.
Las declaraciones de Phelps se producen en un momento de creciente malestar dentro del equipo nacional. Recientemente, su excompañero Ryan Lochte publicó en redes sociales una imagen de un “funeral” ficticio para USA Swimming durante los campeonatos mundiales.
El contraste en los resultados olímpicos es otro de los argumentos de Phelps: mientras en Río 2016 el equipo estadounidense ganó 33 medallas en natación, en París 2024 su cosecha bajó a 28, la cifra más baja desde Atenas 2004.
Con su mensaje, Phelps no solo ha encendido el debate sobre el rumbo de USA Swimming, sino que ha dejado claro que está dispuesto a involucrarse directamente para revertir lo que considera un deterioro alarmante de un deporte que ha sido uno de los grandes símbolos olímpicos de Estados Unidos.
Crédito fotográfico: Forbes