Decenas de miles de personas se han manifestado en Valencia y otras ciudades españolas para protestar por la gestión del gobierno ante las recientes inundaciones devastadoras que han causado la muerte de al menos 220 personas y han dejado ciudades y pueblos cubiertos de lodo. Las manifestaciones, en las que los protestantes coreaban «¡Asesinos!» y «¡Mazon dimite!», estaban dirigidas contra el presidente regional de Valencia, Carlos Mazon, y el primer ministro español, Pedro Sánchez.
Los residentes acusaron a Mazon de emitir alertas de inundación demasiado tarde, con advertencias que solo llegaron a los teléfonos de las personas horas después de que las inundaciones comenzaran. La falta de avisos oportunos y la lenta respuesta de las autoridades han alimentado la ira pública, con muchos pidiendo la dimisión de los responsables.
Los manifestantes llevaban pancartas que decían «Tu incompetencia cuesta vidas» y «¿Dónde estabas cuando más te necesitaba?». Algunos manifestantes incluso dejaron botas cubiertas de lodo frente al edificio del gobierno para simbolizar el caos y la destrucción causados por las inundaciones.
Las protestas fueron en su mayoría pacíficas, pero hubo enfrentamientos menores con la policía cuando algunos manifestantes lanzaron objetos contra el ayuntamiento. Las operaciones de limpieza y la búsqueda de personas desaparecidas continúan, con casi 80 personas aún desaparecidas.
Las manifestaciones destacan la frustración y el dolor generalizados que sienten las comunidades afectadas, que creen que una mejor gestión y una acción más rápida podrían haber salvado vidas. Las demandas de responsabilidad y cambio continúan mientras España enfrenta las secuelas de uno de sus peores desastres naturales en décadas.