THE LATIN VOX (2 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Las ministras provinciales Nahanni Fontaine y Bernadette Smith denunciaron públicamente una serie de incendios, actos de vandalismo y daños a sus oficinas electorales, los cuales calificaron como “ataques políticamente motivados”. En declaraciones conjuntas, afirmaron que no serán intimidadas por estos episodios y que continuarán con su trabajo a pesar de las amenazas.
Los incidentes incluyen al menos cuatro incendios en la oficina de Smith desde agosto, ventanales rotos, vandalismo en las instalaciones y daños intencionales a sistemas de comunicación. En el caso de Fontaine, un incendio reciente afectó áreas del frente de su oficina. Las autoridades locales han clasificado los hechos como violencia política y la policía provincial ha iniciado investigaciones con su unidad de crímenes mayores.
Cronología y contexto de los ataques
Incidentes documentados
- En la oficina de Smith, se reportaron múltiples incendios en el baño y foyer frontal, además de un intento de sabotaje del cableado de internet para desactivar sistemas de seguridad.
- Smith también señaló que se rompieron 22 ventanas entre dos eventos distintos y que alguien intentó perforar el sistema de vidrio reforzado con un taladro.
- En el caso de Fontaine, su oficina sufrió incendios menores que destruyeron partes frontales del inmueble.
- Desde agosto, ambas ministras han visto un patrón de hostigamiento: vandalismo, cristal roto y daño deliberado a infraestructura.
Respuestas institucionales y medidas de seguridad
- Se ha desplegado personal del servicio de protección provincial para acompañar a Fontaine en sus actividades públicas.
- Smith informó que ya hizo mejoras de seguridad en su oficina, incluidas ventanas resistentes, pero esos gastos no aparecían reflejados en sus declaraciones fiscales porque ocurrieron después del cierre del año contable.
- Debido al daño recurrente, varios integrantes del personal han sido desplazados temporalmente a ubicaciones provisionales o al trabajo desde casa.
Declaraciones de las ministras y repercusiones políticas
Fontaine, que ocupa los cargos de ministra de Familias, Accesibilidad e Igualdad de Género, se refirió a estos ataques como una amenaza no sólo personal sino al ejercicio democrático:
“No hay cantidad de ataques que nos vaya a sacar de aquí. No vamos a ser intimidadas por esto.”
Smith, encargada de Vivienda, Adicciones, Personas sin Hogar y Salud Mental, aseguró que los eventos constituyen “un ataque a la democracia” y resaltó que su personal ha tenido que operar bajo medidas de precaución extremas.
Estas declaraciones han abierto un debate sobre la seguridad de los representantes públicos, especialmente de mujeres indígenas que ostentan cargos de alto perfil en gobiernos provinciales. Fontaine señaló que tanto ella como Smith son las primeras mujeres indígenas en ocupar cargos en el gabinete de Manitoba en más de 152 años, lo que les sitúa en una posición particularmente vulnerable a ataques simbólicos o directos.
Debate parlamentario y reconocimiento de preocupación general
En la primera sesión del otoño, el tema de la violencia política fue uno de los asuntos más comentados. Legisladores de todos los partidos hicieron una pausa para condenar los ataques y expresar solidaridad con las ministras afectadas.
El liderazgo del gobierno y la oposición coincidieron en que estos actos no pueden pasar sin respuesta y exigieron que las investigaciones policiales sean transparentes y rápidas. Algunos líderes sugirieron que se aumenten los fondos disponibles para seguridad de miembros electos provinciales.
El primer ministro provincial Wab Kinew sostuvo que estas agresiones podrían estar motivadas por el hecho de que ambas ministras son mujeres indígenas con portafolios sensibles y visibilidad pública. Además, anunció que se consideraría ampliar el presupuesto para que los políticos provinciales puedan reforzar sus medidas de protección en oficinas locales.
Implicaciones para la democracia y el discurso político
La escalada de violencia política como síntoma
Este tipo de ataques refleja una tendencia alarmante: la polarización política y la normalización de la intimidación contra representantes públicos. Según expertos consultados por medios locales, Canadá no es inmune al fenómeno global de agresividad política, hostigamiento e incluso violencia simbólica contra figuras públicas.
Paul Thomas, profesor emérito de estudios políticos, advirtió que para proteger la democracia no basta con medidas físicas de seguridad; se necesita un cambio en el tono del discurso político hacia mayor respeto y responsabilidad institucional.
El desafío para las comunidades indígenas
El hecho de que ambas ministras sean mujeres indígenas añade una dimensión de vulnerabilidad: históricamente, mujeres de pueblos originarios han sido blanco de violencia y marginación. Su visibilidad en puestos de poder ha sido un avance simbólico, pero también las expone a reacciones negativas de sectores que rechazan cambios sociales.
Posibles escenarios y medidas futuras
- Investigaciones judiciales exhaustivas
La policía de Manitoba ha asignado su unidad de crímenes mayores al caso. Deberán determinar responsables, motivaciones y llevar los casos a la justicia si existen pruebas suficientes. - Fortalecimiento de protección institucional
El gobierno pudo ampliar los sistemas de seguridad física, cámaras, presencia policial en barrios de oficinas institucionales y protocolos de respuesta ante incendios o vandalismo. - Respuesta legislativa y normativa
Podrían proponerse leyes o reglamentos provinciales que penalicen los actos de violencia política con sanciones claras para disuadir nuevos ataques. - Refuerzo del diálogo político responsable
Iniciativas de cortesía institucional, códigos de conducta para debates públicos y regulaciones sobre lenguaje político podrían ayudar a moderar el clima verbal que a veces precede a la agresión. - Acción contra el discurso que incita violencia
Monitoreo de redes sociales, denuncias cuando discursos públicos o publicaciones promuevan la violencia política o incitación contra figuras públicas.
Los incendios, daños y actos de vandalismo contra las oficinas de las ministras Nahanni Fontaine y Bernadette Smith no son incidentes aislados: son síntomas de una tensión política creciente. En Canadá, un país con fuerte tradición democrática, el desafío ahora es responder con firmeza institucional, protección real y restaurar normas de respeto en el espacio público.
Estas ministras han dejado claro que no cederán a la intimidación. Pero para que su postura tenga efecto duradero, se requiere algo más que valentía individual: un cambio cultural que promueva la seguridad, la inclusión y la dignidad política para todas las voces, especialmente aquellas que históricamente han sido silenciadas.
Fuente: www.cbc.ca
Foto: Google fotos