Los ministros federales de Finanzas e Industria, Chrystia Freeland y François-Philippe Champagne, se reunieron esta mañana con los principales ejecutivos de las cadenas de supermercados canadienses para discutir medidas para estabilizar los precios de los alimentos. El encuentro se produce después de que el primer ministro Justin Trudeau pidiera la semana pasada a los grandes comerciantes que presentaran un plan antes del Día de Acción de Gracias para frenar el aumento de los precios, que en julio subieron un 8,5% interanual, muy por encima de la inflación general del 3,3%.
Trudeau advirtió que si el plan no es lo suficientemente bueno, el gobierno tomará medidas adicionales, sin descartar medidas fiscales. El gobierno está preocupado por el impacto del alto costo de la vida en los consumidores, especialmente ante la posibilidad de unas elecciones anticipadas en las que los liberales van por detrás de los conservadores en las encuestas.
Los supermercados dicen que no son responsables del alza de los precios, y culpan a los fabricantes y productores de alimentos por trasladarles los mayores costos. El Consejo Canadiense de Comercio Minorista dijo en un comunicado la semana pasada que los beneficios de los comerciantes no tienen nada que ver con el aumento del costo de los alimentos.
Las cadenas de supermercados que asistieron a la reunión en Ottawa fueron Loblaw, Metro, Empire, Walmart y Costco, que representan el 80% del mercado canadiense.