Dos meses después de haber sido nombrados o reasignados en el gabinete federal, la mayoría de los ministros aún no han recibido sus cartas de mandato del primer ministro Justin Trudeau, lo que genera incertidumbre sobre sus prioridades y objetivos. Las cartas de mandato son documentos en los que el primer ministro establece las expectativas y las metas que tiene para cada ministro, así como los desafíos más urgentes que deben afrontar en su función. Estas cartas suelen publicarse poco después de la formación del gabinete, como una forma de transparencia y rendición de cuentas ante el público.
Sin embargo, hasta el momento, solo se han publicado las cartas de mandato de cuatro ministros: la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland; el ministro de Salud, Jean-Yves Duclos; el ministro de Asuntos Exteriores, Marc Garneau; y el ministro de Asuntos Indígenas, Marc Miller. Estos cuatro ministros mantuvieron sus cargos anteriores después del cambio de gabinete del 15 de octubre, por lo que sus cartas de mandato solo se actualizaron con algunas modificaciones.
Los otros 34 ministros, incluidos los siete novatos y los que cambiaron de cartera, todavía están esperando sus cartas de mandato, lo que les dificulta planificar y ejecutar sus planes de acción. Algunos ministros han expresado su frustración por la demora, que atribuyen a la falta de coordinación y comunicación entre la Oficina del Primer Ministro (PMO) y la Oficina del Consejo Privado (PCO), las dos entidades encargadas de redactar las cartas.
Según fuentes anónimas citadas por CP24, la PMO y la PCO han tenido dificultades para ponerse de acuerdo sobre el tono, el contenido y el nivel de detalle de las cartas, así como sobre la forma de incorporar las promesas electorales y los compromisos del discurso del trono. Además, la pandemia de COVID-19 y la situación política internacional han añadido más presión y complejidad al proceso.
La PMO ha dicho que las cartas de mandato se publicarán “pronto”, pero no ha dado una fecha exacta. Mientras tanto, los ministros tienen que basarse en sus propios criterios y en las directrices generales del primer ministro para llevar a cabo sus funciones. Algunos observadores políticos han señalado que esta situación refleja la falta de liderazgo y visión del gobierno liberal, así como el debilitamiento del papel de los ministros frente al poder centralizado del primer ministro.