THE LATIN VOX (3 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La tensión en Mozambique ha alcanzado niveles alarmantes tras las recientes elecciones, con un saldo trágico de al menos 11 personas muertas a manos de las fuerzas de seguridad desde el 24 de octubre. Silvio Jeremias, un joven padre de dos años, fue uno de los manifestantes que perdieron la vida en medio de una protesta en Maputo, la capital del país, en la noche del 25 de octubre. Jeremias fue abatido cuando se encontró con un grupo de manifestantes que exigían la anulación de los resultados electorales.
Según los resultados oficiales, el candidato presidencial del partido gobernante Frelimo, Daniel Chapo, obtuvo el 70.7% de los votos, asegurando así la continuidad de un partido que ha gobernado Mozambique desde su independencia en 1975. Sin embargo, las acusaciones de fraude electoral han sido generalizadas, provocando un descontento masivo en la población, en su mayoría joven, que se siente traicionada por un gobierno que ha estado en el poder casi cinco décadas.
En el transcurso de las protestas, se reportó que la policía disparó balas reales para dispersar a los manifestantes. Las autoridades sostienen que solo dispararon al aire, pero testigos afirman lo contrario. Según Human Rights Watch, alrededor de 50 personas sufrieron heridas graves por disparos. Angela Uaela, portavoz de la policía, mencionó que los disparos de «balas perdidas» causaron la muerte de una mujer y heridas a cinco personas durante un altercado con partidarios del partido opositor Podemos.
Podemos, que se ha presentado como la principal oposición, alega haber ganado el 53% de los votos y 138 escaños en el parlamento, aunque la Comisión Electoral oficial afirma que Frelimo aumentó su representación en 11 escaños, alcanzando un total de 195. Antes de las elecciones, grupos de la sociedad civil acusaron a Frelimo de registrar casi 900,000 votantes falsos de un electorado de 17 millones. Obispos católicos del país denunciaron irregularidades, mientras que observadores electorales de la UE también señalaron irregularidades en el conteo de votos.
El clima de violencia se intensificó antes de la votación, cuando el abogado Elvino Dias y Paulo Guambe, un cineasta y funcionario de Podemos, fueron asesinados a tiros por desconocidos. Investigadores de derechos humanos advierten que estos homicidios reflejan un patrón de asesinatos de políticos opositores, periodistas y activistas, con pocos responsables llevados ante la justicia.
Hilário Lole, portavoz del Servicio Nacional de Investigación Criminal, indicó que es «prematuro» afirmar si existen pistas sobre los asesinos. La situación actual en Mozambique plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y el respeto a los derechos humanos en un país donde la juventud se levanta contra un gobierno que consideran corrupto y represivo.
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