
THE LATIN VOX (10 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
La industria de la madera blanda (“softwood lumber”) en Canadá vive una de sus más críticas coyunturas en décadas. Tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos que amenazan sus exportaciones, varios representantes y asociaciones del sector expresaron públicamente su profunda decepción por lo que consideran una “ausencia de liderazgo” del primer ministro canadiense Mark Carney: durante su reciente viaje a Washington y su reunión con el presidente Donald Trump, la madera apenas fue mencionada, mientras otros temas como el acero, el aluminio y los automóviles parecían recibir más atención mediática y diplomática.
La incomodidad generada por este silencio no es casual. Para muchas empresas madereras, el mercado estadounidense representa el destino de entre dos terceras partes y el 90 % de sus exportaciones. Unos aranceles elevados y no negociados ponen en riesgo empleos, inversiones y la viabilidad misma de numerosos aserraderos en provincias como Columbia Británica, Quebec y Ontario.
El trasfondo del conflicto: aranceles, dependencia y promesas del gobierno
Una industria fragilizada por la guerra comercial
Desde que la administración Trump anunció que impondría nuevas barreras arancelarias sobre diversos productos canadienses incluyendo la madera varios sectores se han visto afectados. Carney declaró públicamente su decepción tras la medida, asegurando que protegería empleos canadienses y buscaría diversificar mercados.
En agosto de 2025, el gobierno canadiense anunció un plan para mitigar la “costosa incertidumbre” del sector maderero ante los embates del comercio internacional: compromisos de apoyo por hasta 1.200 millones de dólares canadienses, distribuidos en garantías de préstamos (700 millones) y subsidios e inversión en innovación (500 millones).
Aun así, muchos en la industria opinan que esas medidas financieras son insuficientes si no van acompañadas de una defensa diplomática firme en Washington. Y es precisamente ese vacío la falta de mención explícita de la madera en los discursos oficiales durante la reunión Carney-Trump el que ha encendido la crítica.
Una disputa antigua, renovada
La disputa sobre la madera entre Canadá y Estados Unidos es estructural y longeva. El conflicto sobre la madera blanda se remonta a décadas atrás, con acusaciones estadounidenses de dumping y subsidios injustos, y reclamaciones canadienses de que sus precios de tala (stumpage) están regulados por provincias y no pueden ser comparables a sistemas privados.
Con los nuevos aranceles, la tasa para ciertos productos de madera podría subir hasta 34–35 %, un golpe severo a los márgenes de exportación.
Voces de la industria: decepción, amenazas y demandas
“Silencio injustificado” y “prioridades desalineadas”
Varios ejecutivos de empresas madereras calificaron como ofensivo que el tema apenas apareciera en la agenda del viaje de Carney a Washington. Algunas voces usan adjetivos como “desmoralizante” o “traicionero”: la madera es el sector más afectado por los aranceles, pero no recibió la visibilidad mediática que, por ejemplo, recibió la producción de acero o aluminio.
Una fuente cercana al sector declaró que “Trump impuso aranceles que están ahogando a los productores forestales, y Carney ni siquiera lo mencionó frente a él. Eso no es defensa, es negligencia”.
Demandas para el gobierno: acción diplomática urgente
La industria exige:
- Que el gobierno incluya explícitamente la madera en las negociaciones comerciales con EE. UU.
- Que Ottawa emplee todos los mecanismos disponibles bajo el USMCA (el tratado de libre comercio vigente) para impugnar medidas estadounidenses consideradas excesivas.
- Que se priorice la madera en programas de promoción nacional, así como incentivos a mercados alternativos fuera de EE. UU.
- Que se garantice apoyo financiero adicional si los aranceles persisten, pero sin depender solo de subsidios: se requiere estrategia comercial activa.
Consecuencias ya visibles y riesgos a corto plazo
- Algunos aserraderos han reducido operaciones o pospuesto inversiones por la baja rentabilidad exportadora.
- Empleo en comunidades rurales vinculadas a la madera está bajo presión: la oferta laboral podría declinar en las zonas más dependientes de la industria.
- La confianza de inversionistas se tambalea: proyectos a largo plazo con enfoque en madera canadiense pueden ser revaluados.
- Si el gobierno no responde con firmeza, la industria podría acusar que Carney prioriza sectores urbanizados o industriales con mayor peso político frente al sector forestal, lo que provoca una grieta política regional.
¿Por qué la madera fue ignorada en Washington?
Algunas explicaciones posibles:
- Carney quiso proyectar una agenda más amplia (acero, automotriz, relaciones diplomáticas), y consideró la madera un tema técnico secundario.
- La diplomacia canadiense pudo haber calculado que mencionar demasiados sectores levantaría resistencia de Trump, optando por concentrarse en algunos pocos.
- Las decisiones sobre madera pudieron dejarse para negociaciones sectoriales posteriores, en lugar del encuentro presidencial.
Sea cual sea la razón, para muchos en la industria forestal canadiense, la omisión habla más fuerte que las palabras: representa vulnerabilidad y abandono político.
Escenarios futuros: desde la escalada hasta la reconciliación
- Retener el conflicto y aumentar la presión
Las compañías podrían intensificar reclamos públicos y presionar a miembros del Parlamento a actuar. - Diplomacia silenciosa y negociaciones técnicas
Aunque no se mencione en discursos públicos, Ottawa podría estar negociando discretamente aspectos específicos del arancel maderero. - Retorno al tribunal comercial del USMCA/WTO
Canadá podría presentar disputas formales bajo los mecanismos del tratado para cuestionar la legalidad de los aranceles de EE. UU. (Como ya ha hecho en otras ocasiones) - Acuerdo negociado específico de la madera
En un pacto separado al paquete comercial mayor, Canadá podría buscar un arreglo específico para reducciones arancelarias en la madera blanda.
Fuente: www.thestar.com
Foto: Google fotos