Myanmar: Ataque aéreo en el Estado de Rakhine deja al menos 40 muertos

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THE LATIN VOX (10 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

Un reciente ataque aéreo llevado a cabo por el ejército de Myanmar en el estado de Rakhine, en el oeste del país, ha dejado al menos 40 personas muertas y más de 20 heridas, según informaron fuentes locales.

El ataque ocurrió el miércoles en la aldea de Kyauk Ni Maw, ubicada en la isla Ramree y controlada por el Ejército Arakan, un grupo armado de la minoría étnica local. Este suceso se enmarca en un contexto de creciente violencia en Myanmar desde el golpe militar de 2021, que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi.

Un ataque mortal y desgarrador

El portavoz del Ejército Arakan, Khaing Thukha, confirmó que el ataque fue llevado a cabo por un avión de combate que bombardeó la aldea, provocando la muerte de 40 civiles, entre ellos mujeres y niños. Además, más de 500 viviendas fueron consumidas por un incendio que se desató tras el bombardeo.

El ataque dejó también al menos 20 personas heridas, algunas de gravedad. Las organizaciones locales, incluida una asociación benéfica que apoya a los residentes de la aldea, informaron sobre la tragedia, aunque debido a las restricciones en las comunicaciones en la zona, no se pudo confirmar de forma independiente la magnitud del ataque.

La violencia en Rakhine y la guerra en Myanmar

El estado de Rakhine, anteriormente conocido como Arakan, ha sido testigo de constantes enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y grupos armados étnicos que luchan por más autonomía. El Ejército Arakan, que comenzó su ofensiva en Rakhine en noviembre de 2023, ha logrado tomar el control de gran parte de la región. Actualmente, controla 14 de los 17 distritos de Rakhine, lo que representa una pérdida estratégica significativa para el gobierno militar de Myanmar.

Rakhine no solo ha sido escenario de conflictos armados, sino también de atrocidades. En 2017, el ejército de Myanmar llevó a cabo una brutal operación contra los musulmanes rohingyas, lo que provocó la huida de más de 740,000 personas hacia Bangladesh. Esta crisis humanitaria sigue marcando la región, mientras los enfrentamientos continúan afectando tanto a civiles como a combatientes.

La resistencia y la crisis humanitaria

El ataque aéreo en Kyauk Ni Maw refleja la escalada de violencia en todo el país. En los últimos tres años, el ejército de Myanmar ha intensificado los bombardeos y ataques aéreos contra grupos armados pro-democracia, conocidos como la Fuerza de Defensa del Pueblo (PDF), y contra grupos étnicos armados como el Ejército Arakan.

Estos grupos a menudo realizan operaciones conjuntas en contra del gobierno militar, lo que ha llevado a un aumento de las represalias por parte del ejército, cuyas acciones están siendo cada vez más denunciadas por organizaciones internacionales como violaciones de derechos humanos.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación la situación en Myanmar. A pesar de las condenas a nivel global, el régimen militar sigue sin mostrar signos de ceder, mientras que la violencia sigue desplazando a miles de personas y sumiendo al país en una crisis humanitaria sin precedentes.

En este contexto, organizaciones locales y grupos de derechos humanos temen que la violencia en Rakhine y otras partes del país continúe escalando, con un impacto devastador para la población civil.

Una región al borde de la destrucción total

El ataque aéreo en Kyauk Ni Maw es solo un ejemplo más de la brutalidad que ha marcado los últimos años en Myanmar. A medida que la guerra se intensifica, las poblaciones locales se ven atrapadas entre los enfrentamientos, las represalias del ejército y una creciente escasez de recursos básicos como atención médica y alimentos. La comunidad internacional, que ha expresado su rechazo a las acciones del ejército de Myanmar, enfrenta un dilema sobre cómo intervenir sin agravar aún más la situación.

Mientras tanto, las personas en el estado de Rakhine y otras regiones controladas por grupos armados étnicos siguen luchando por sobrevivir, enfrentando no solo los horrores de la guerra, sino también la falta de apoyo internacional efectivo. La esperanza de una resolución pacífica parece cada vez más lejana, a medida que el conflicto se profundiza y las cicatrices dejadas por los ataques aéreos y los enfrentamientos continúan marcando el destino de Myanmar.

Crédito fotográfico: AFP File


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