
En una contundente declaración conjunta, los países árabes han rechazado la sugerencia del expresidente estadounidense Donald Trump de reubicar a los palestinos de la Franja de Gaza en Egipto y Jordania. La propuesta, que buscaba aliviar la crisis humanitaria en el enclave tras el conflicto con Israel, fue descartada por líderes árabes, quienes la calificaron como inviable y perjudicial para la estabilidad regional.
El rechazo se hizo evidente tras una cumbre de alto nivel en El Cairo, donde los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe coincidieron en que la reubicación masiva de palestinos fuera de Gaza no es una opción viable. Los líderes árabes expresaron su firme compromiso con una solución basada en la creación de un Estado palestino independiente y en el respeto al derecho de los palestinos a permanecer en su tierra.
El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sissi, enfatizó que su país no aceptará convertirse en un destino de reasentamiento para los palestinos de Gaza, ya que eso significaría una alteración demográfica y política que podría afectar la seguridad y la soberanía de Egipto. Además, destacó que la única solución duradera para la crisis palestina-israelí es la creación de un Estado palestino con fronteras seguras y reconocidas.
La propuesta de Trump no solo fue vista como una solución impracticable, sino también como una amenaza potencial para la estabilidad de la región. Según diplomáticos árabes, aceptar el traslado de palestinos a Egipto o Jordania podría ser interpretado como una forma de limpieza étnica y un intento de despojar al pueblo palestino de su derecho legítimo a la autodeterminación.
Jordania, que ya alberga a una gran población de refugiados palestinos desde la guerra árabe-israelí de 1948, se mostró especialmente preocupada por la posibilidad de un nuevo éxodo masivo. El rey Abdalá II ha reiterado en múltiples ocasiones que su país no permitirá ninguna medida que altere su composición demográfica ni que ponga en riesgo su estabilidad interna.
Por su parte, la Autoridad Palestina calificó la sugerencia de Trump como un intento de desviar la atención de la verdadera causa del conflicto: la ocupación israelí. “Los palestinos tienen derecho a permanecer en su tierra y a no ser obligados a desplazarse debido a la agresión y la ocupación”, declaró el presidente palestino Mahmud Abás en respuesta a la propuesta.
Si bien la propuesta fue rechazada de inmediato por los países árabes, algunos sectores en Washington continúan presionando por soluciones alternativas para la crisis en Gaza. Sin embargo, la administración actual de Estados Unidos no ha respaldado oficialmente la idea de reubicar a los palestinos fuera del enclave, consciente de la complejidad del conflicto y de la resistencia de la comunidad internacional a este tipo de medidas.
En el pasado, Trump ya había causado controversia en el mundo árabe con sus políticas sobre el conflicto palestino-israelí, incluyendo el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de la embajada de EE.UU. a esa ciudad. Su nuevo intento de intervenir en la crisis de Gaza parece haber encontrado el mismo rechazo contundente de la comunidad árabe.
El rechazo a la propuesta de reubicación de palestinos en Egipto y Jordania demuestra la firmeza de los países árabes en la defensa de los derechos del pueblo palestino y la búsqueda de una solución justa y duradera al conflicto. Mientras tanto, la crisis en Gaza sigue sin resolverse, con miles de personas enfrentando una situación humanitaria crítica en medio de la escalada de violencia y la incertidumbre sobre el futuro.