THE LATIN VOX (25 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un asteroide conocido como 2024 PT5, que ha estado acompañando a la Tierra desde septiembre, comenzará su viaje hacia el sol el lunes y no regresará hasta 2055. Este asteroide, de tamaño similar a un autobús escolar, podría ser en realidad un fragmento de la Luna que se desprendió hace siglos tras el impacto de otro objeto espacial, según sugieren los astrónomos.
Actualmente a unos 3.2 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente nueve veces la distancia que nos separa de la Luna, el asteroide nunca estuvo lo suficientemente cerca como para ser capturado por la gravedad del planeta. No obstante, su paso más cercano ocurrirá en enero, cuando se acerque a solo 1.8 millones de kilómetros, antes de que la fuerza gravitacional del Sol lo atraiga hacia el espacio profundo.
Esta «mini-luna», con un diámetro de unos 10 metros, nunca ha sido visible a simple vista debido a su tamaño y distancia. Solo ha podido ser observado a través de potentes telescopios. La NASA ha estado siguiendo este asteroide desde que fue descubierto en agosto por un telescopio ubicado en Sudáfrica y operado por la Universidad de Hawái.
Desde su descubrimiento, el asteroide ha sido un «compañero distante» de la Tierra. Según la NASA, estudios realizados han determinado que no es un objeto hecho por el ser humano, como podría haberse especulado en un principio.
En un informe, Josh Handal, analista del programa de coordinación de defensa planetaria de la NASA, explicó que, dado el comportamiento de 2024 PT5 y su similitud con la órbita de la Tierra, los científicos sospechan que este podría ser un gran trozo de roca que se desprendió de la superficie lunar tras el impacto de un asteroide hace mucho tiempo.
Aunque también es posible que restos de lanzamientos espaciales anteriores se encuentren en órbitas similares a la de la Tierra, el análisis del movimiento de 2024 PT5 ha llevado a los investigadores a concluir que el asteroide tiene más probabilidades de ser de origen natural.
El asteroide ha estado siguiendo una trayectoria en forma de herradura alrededor de la Tierra durante los últimos dos meses, y se espera que aumente su velocidad significativamente una vez que la gravedad del Sol empiece a tener efecto completo, a partir del lunes. Según el astrofísico Raúl de la Fuente Marcos, de la Universidad Complutense de Madrid, su velocidad en enero será al menos el doble de la que tenía en septiembre.
La NASA continuará monitoreando el asteroide durante más de una semana en enero, utilizando la antena de radar del sistema solar Goldstone en el desierto de Mojave, California. Cuando 2024 PT5 regrese en 2055, después de haber orbitado el Sol, hará una nueva y breve incursión alrededor de la Tierra antes de volver a desaparecer.
Este fenómeno, aunque inofensivo, ha despertado el interés de la comunidad científica y muestra cómo las órbitas de ciertos objetos cercanos a la Tierra pueden ser impredecibles, incluso cuando se mantienen en el espacio por siglos.
La existencia de 2024 PT5 también ofrece una oportunidad para estudiar las formaciones rocosas del sistema solar y entender mejor los eventos catastróficos del pasado que pudieron haber dado forma a los cuerpos celestes, como la Luna, y su relación con la Tierra.
Crédito fotográfico: The Irish Sun