La NASA está ultimando los preparativos para el regreso del Boeing Starliner a la Tierra, un evento que marca un hito significativo en la misión de prueba extendida de la nave espacial. El Starliner, que ha estado en órbita desde junio, se desacoplará de la Estación Espacial Internacional (ISS) y realizará un reingreso autónomo y controlado, con un aterrizaje programado en Nuevo México el 7 de septiembre.
Este regreso se llevará a cabo sin la tripulación original, los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, quienes permanecerán en la ISS y regresarán a la Tierra en febrero de 2025 a bordo de la nave Dragon de SpaceX. La decisión de no traer a los astronautas de vuelta en el Starliner se tomó después de que se identificaran problemas técnicos con los propulsores de control de reacción de la nave. Estos problemas, que surgieron durante el acoplamiento con la ISS, no pudieron resolverse completamente, lo que llevó a la NASA a optar por una medida de precaución para garantizar la seguridad de la tripulación.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, destacó la importancia de la seguridad en esta decisión: «El vuelo espacial es arriesgado, incluso en sus momentos más seguros y rutinarios. Un vuelo de prueba, por naturaleza, no es ni seguro ni rutinario. La decisión de mantener a Butch y Suni a bordo de la Estación Espacial Internacional y traer el Starliner de Boeing a casa sin tripulación es el resultado de nuestro compromiso con la seguridad: nuestro valor central y nuestra estrella guía».
Durante su estancia en la ISS, Wilmore y Williams han estado ocupados apoyando la investigación, el mantenimiento de la estación y el análisis de datos del sistema Starliner. La misión de prueba extendida ha proporcionado una valiosa oportunidad para recopilar datos adicionales sobre el rendimiento de la nave espacial, que serán cruciales para futuras misiones tripuladas.
El regreso del Starliner también permitirá a la NASA y a Boeing continuar evaluando y mejorando el sistema para futuros vuelos a la ISS. Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA, elogió el trabajo detallado de los equipos de la NASA y Boeing: «Hemos aprendido mucho sobre la nave espacial durante su viaje a la estación y sus operaciones acopladas. También continuaremos recopilando más datos sobre el Starliner durante el regreso sin tripulación y mejoraremos el sistema para futuros vuelos».
El Starliner está programado para desacoplarse de la ISS el 6 de septiembre y realizar un reingreso autónomo y controlado a la atmósfera terrestre, con un aterrizaje en el desierto de Nuevo México el 7 de septiembre. Este evento será monitoreado de cerca por equipos en tierra para garantizar un aterrizaje seguro y exitoso.
El regreso del Boeing Starliner a la Tierra es un paso crucial en la misión de prueba extendida de la nave espacial. Aunque la decisión de no traer a los astronautas de vuelta en el Starliner fue difícil, refleja el compromiso de la NASA con la seguridad y la recopilación de datos valiosos para futuras misiones. La cooperación continua entre la NASA y Boeing será esencial para garantizar el éxito de futuras misiones tripuladas a la ISS y más allá.