En un esfuerzo por detener el conflicto de 10 meses entre Israel y Hamas, las negociaciones de alto riesgo para un cese al fuego y la liberación de rehenes se han reanudado en Doha, Qatar. Estas conversaciones son vistas como esenciales para evitar que el conflicto se convierta en una guerra regional total que podría involucrar a Irán. Sin embargo, las expectativas de un avance significativo son bajas.
Las negociaciones indirectas, mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto, enfrentan varios puntos de fricción, incluyendo el control de la tierra a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y el retorno de los civiles palestinos desplazados al norte de Gaza. La delegación israelí incluye a los directores de la agencia de inteligencia extranjera Mossad y la agencia de seguridad interna Shin Bet, así como al jefe de rehenes del ejército israelí.
El conflicto ha cobrado un alto costo humano, con más de 40,000 palestinos muertos desde el inicio de la guerra, según el ministerio de salud dirigido por Hamas en Gaza. Israel, por su parte, ha informado que más de 15,000 terroristas han sido eliminados y que 330 de sus tropas han muerto desde el comienzo de la invasión terrestre.
Hamas ha declarado que no participará en las negociaciones indirectas por el momento, aunque se espera que los mediadores transmitan mensajes a los funcionarios del grupo armado en Doha. Hamas ha pedido una hoja de ruta basada en una propuesta delineada por el presidente de Estados Unidos y ha acusado al primer ministro de Israel de agregar nuevas condiciones, lo cual ha sido negado por este último.
La situación se ha complicado aún más con la reciente muerte del líder político y principal negociador de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán a finales de julio. Irán ha prometido vengar su muerte, lo que ha aumentado los temores de una escalada más amplia.
El director de la CIA, William Burns, también asistirá a las conversaciones, junto con el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdul Rahman Al Thani, y el jefe de inteligencia egipcio, Abbas Kamel. La semana pasada, los mediadores instaron a Israel y Hamas a reanudar las discusiones urgentes sobre un acuerdo que traería alivio a los 2.3 millones de palestinos en Gaza, así como a los 111 rehenes israelíes y extranjeros que aún se encuentran allí, de los cuales 39 se presume que están muertos.
Estas negociaciones son vistas como la última oportunidad para alcanzar un acuerdo que podría traer una paz duradera a la región y evitar una catástrofe humanitaria aún mayor.