
THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El veterano rocker canadiense-estadounidense, Neil Young, ha lanzado una nueva canción que no deja lugar a dudas sobre su oposición al presidente Donald Trump. Bajo el título de «Big Crime», Young utiliza su afilada lírica para arremeter contra la administración de Trump, caracterizándola como fascista y denunciando sus políticas, en particular su reciente enfoque hacia la seguridad en Washington DC.
La canción, grabada durante un ensayo previo a un concierto en la Isla Northerly de Chicago, fue subida al canal oficial de YouTube de Young y rápidamente se convirtió en un tema de debate público. En el estribillo, Young canta: “There’s big crime in DC at the White House” («Hay un gran crimen en Washington DC, en la Casa Blanca»), haciendo referencia no solo a los problemas legales previos de Trump, sino también a la irónica declaración de emergencia por crimen que el expresidente había emitido en la ciudad.
En esa misma línea, Young se burla de la estrategia de Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional a las calles, una decisión tomada bajo el pretexto de frenar un supuesto aumento en la violencia, aunque las estadísticas oficiales indicaban que los índices de criminalidad en la ciudad estaban en su punto más bajo en 30 años.
Crítica a la autoridad y el fascismo
“Don’t need no fascist rules / don’t want no fascist schools / don’t want soldiers walking on the streets” («No necesito reglas fascistas / no quiero escuelas fascistas / no quiero soldados caminando por las calles»), canta Young, intensificando su crítica a lo que considera un autoritarismo creciente en los Estados Unidos. Además, en una clara referencia al lema de Trump de “Make America Great Again” (Haz América Grande Otra Vez), el cantante se atreve a desafiarlo: «No more great again» («Ya no más grande otra vez»).
La canción también se enfoca en la idea de que las políticas de Trump favorecen a los ricos y poderosos, con líneas como: “Got to get the fascists out / got to clean the White House out … no more money to the fascists, the billionaire fascists” («Hay que sacar a los fascistas / limpiar la Casa Blanca … no más dinero para los fascistas, los fascistas multimillonarios»).
Estas palabras hacen eco de las críticas de Young hacia las élites empresariales, que considera responsables de las desigualdades que atraviesa la sociedad estadounidense.
Una carrera de oposición al presidente
Neil Young no es ajeno a la controversia política y siempre ha sido un crítico de Trump. En el pasado, el músico fue explícito sobre su oposición, incluso actualizando su canción de 2006 “Lookin’ for a Leader” para incluir referencias al expresidente. En esa versión de la canción, Young llama a votar a Trump fuera del poder, describiéndolo como un líder que “tiene miedo de su propia sombra”.
Durante la campaña presidencial de 2015, Trump utilizó la emblemática canción “Rockin’ in the Free World” de Young como tema para sus rallys, aparentemente sin captar el significado irónico de la letra, que critica el colapso social durante la era Reagan.
Aunque Young inicialmente demandó a Trump por el uso no autorizado de su música, retiró la demanda más tarde, indicando que no quería alimentar la controversia, aunque dejó claro que no quería que su música se asociara con lo que considera una campaña divisiva y antinorteamericana.
Un lamento personal: «Una vergüenza para mi país»
Además de sus críticas a las políticas de Trump, Neil Young ha sido franco sobre su preocupación por las consecuencias de su oposición al presidente.
En 2020, cuando adquirió la ciudadanía estadounidense, Young calificó a Trump como “una vergüenza para mi país” y expresó su temor de que su postura política podría dificultar su regreso a los EE. UU. para sus futuras giras.
En una entrada en su página web, el cantante escribió: “Cuando viaje a Europa a tocar música, si hablo de Donald J. Trump, puedo ser uno de esos regresando a América y que se me impida la entrada o me metan en prisión para dormir en un piso de cemento con una manta de aluminio”.
Un mensaje claro de protesta
Con «Big Crime», Neil Young ha dejado claro que su crítica a Trump no es solo un acto de rebeldía musical, sino una postura firme contra lo que él percibe como un régimen autoritario que amenaza las libertades y valores fundamentales de Estados Unidos.
La canción refleja el descontento de muchos estadounidenses con la administración de Trump, pero también subraya la creciente división política en el país.
El veterano músico, que a lo largo de su carrera ha sido conocido tanto por su música como por su postura política, continúa utilizando su plataforma para desafiar lo que considera un rumbo peligroso para el futuro de su nación.
Con este nuevo tema, Young reafirma que, para él, la lucha contra el autoritarismo y la injusticia sigue siendo una de las causas más importantes en su vida y en su música.
Crédito fotográfico: Live For Live Music