El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado que su país no aceptará un acuerdo nuclear con Irán que ponga en riesgo su seguridad y su existencia. Netanyahu ha hecho estas declaraciones en una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que se encuentra de visita en Israel para tratar la situación tras el alto el fuego entre Israel y Hamas.
Netanyahu ha expresado su preocupación por las negociaciones que se están llevando a cabo en Viena entre Irán y las potencias mundiales para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, del que Estados Unidos se retiró en 2018. Según Netanyahu, Irán es el principal patrocinador del terrorismo en la región y busca desarrollar armas nucleares que amenacen a Israel y al mundo. Por eso, ha instado a Estados Unidos a no volver al acuerdo original, que considera defectuoso y peligroso, y a exigir a Irán que cese su apoyo a los grupos armados como Hamas y Hezbollah.
Blinken, por su parte, ha reafirmado el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel y su derecho a defenderse de los ataques. Blinken ha condenado la violencia de Hamas, que lanzó más de 4.000 cohetes contra Israel durante los 11 días de conflicto, y ha anunciado una ayuda de 38 millones de dólares para los palestinos afectados por la guerra. Asimismo, ha expresado su apoyo a la solución de dos estados, que permita la convivencia pacífica de Israel y Palestina.
Respecto al acuerdo nuclear con Irán, Blinken ha asegurado que Estados Unidos consultará con Israel y con otros aliados antes de tomar cualquier decisión. Blinken ha afirmado que el objetivo de Estados Unidos es impedir que Irán obtenga armas nucleares y que el mejor modo de lograrlo es a través de la diplomacia. Sin embargo, ha reconocido que las negociaciones con Irán son difíciles y que no hay garantías de que se llegue a un acuerdo satisfactorio.
El acuerdo nuclear con Irán, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), fue firmado en 2015 por Irán y el grupo P5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania. El acuerdo establecía que Irán limitaría su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. Sin embargo, en 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió abandonar el acuerdo y reimponer las sanciones, lo que provocó que Irán incumpliera progresivamente sus compromisos.
Desde que asumió el cargo en enero de 2021, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado su voluntad de volver al acuerdo, siempre que Irán cumpla con sus obligaciones. Por eso, se iniciaron unas conversaciones indirectas en Viena entre Irán y las potencias mundiales, con la mediación de la Unión Europea. Sin embargo, las negociaciones se han complicado por las diferencias sobre el alcance y el ritmo del levantamiento de las sanciones y el cumplimiento de las medidas nucleares. Además, las tensiones regionales y la proximidad de las elecciones presidenciales en Irán, previstas para el 18 de junio, han añadido más incertidumbre al proceso.