El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado que la guerra contra el grupo islamista Hamas en la Franja de Gaza será “larga y difícil”, y que Israel tiene como objetivo destruir a Hamas “por encima y por debajo del suelo”. Así lo ha afirmado en una conferencia de prensa tras reunirse con las familias de los rehenes secuestrados por Hamas en Gaza.
Netanyahu ha dicho que la operación terrestre lanzada por las tropas israelíes en Gaza es la “segunda fase” de una guerra cuyos objetivos son claros: “destruir las capacidades militares y de liderazgo de Hamas, y traer a los rehenes de vuelta a casa”. El líder israelí ha hecho un llamamiento a la población civil de Gaza para que se traslade a zonas seguras.
Según el primer ministro, los contactos para lograr la liberación de los rehenes continúan incluso durante la ofensiva terrestre, y se hará todo lo posible para rescatar a los más de 200 rehenes que tiene Hamas. Netanyahu ha señalado que la idea de un intercambio de rehenes por presos palestinos se ha discutido dentro del gabinete de guerra israelí. Pero se ha negado a dar detalles, diciendo que revelarlos sería contraproducente.
También ha acusado a Hamas de usar hospitales como centros de mando y ha dicho que el “90%” del presupuesto militar de Hamas proviene de Irán. Hamas es considerado una organización terrorista no solo por Israel, sino también por Estados Unidos, Alemania y otros.
La guerra en la Franja de Gaza entró en su segunda semana el sábado, con un saldo de más de 5.000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud controlado por Hamas. Israel ha reportado 67 bajas, incluyendo 12 civiles. La ONU, la UE y varios países han pedido un alto el fuego humanitario para permitir el ingreso de ayuda a Gaza, pero Israel y Estados Unidos se han opuesto hasta ahora.