Tras retirarse de la contienda presidencial republicana, Nikki Haley ha revelado que tiene la intención de votar por Donald Trump en las próximas elecciones de noviembre. A pesar de las críticas mutuas durante las primarias, Haley enfatizó la necesidad de unificar el apoyo dentro del partido y alentó a Trump a trabajar arduamente para ganar el respaldo de aquellos que la apoyaron en las primarias. Este anuncio representa un notable gesto de solidaridad partidista, considerando la intensa y a menudo personal rivalidad que ambos políticos mantuvieron durante el calendario de las primarias republicanas.
Haley, quien también se desempeñó como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, subrayó que, aunque votará por Trump, él debería esforzarse por alcanzar a los millones de personas que votaron por ella y continuar apoyándola, en lugar de asumir que automáticamente contarán con su apoyo. Este desarrollo es un indicador más de la consolidación de apoyo detrás de Trump por parte del GOP, incluso de aquellos que previamente lo habían etiquetado como una amenaza.