En un contundente llamado a la reforma judicial, Pita Limjaroenrat, una destacada figura de la oposición en Tailandia, ha declarado que las intervenciones de los tribunales deben cesar para que el país pueda avanzar. Limjaroenrat, quien recientemente fue prohibido de la política por diez años, argumenta que Tailandia está atrapada en un ciclo vicioso de golpes de estado y fallos judiciales que han derrocado a múltiples gobiernos en las últimas dos décadas.
Limjaroenrat, exlíder del ahora disuelto Partido Move Forward, expresó que la prohibición política no debilitará su determinación de liderar Tailandia y emprender reformas significativas. “Estamos de vuelta al punto de partida y no se ha logrado nada para el pueblo”, dijo en una entrevista reciente. “Confundimos movimiento con progreso. Es casi como si estuviéramos dando vueltas en círculos y pensamos que estamos avanzando, pero en realidad no vamos a ningún lado”.
El contexto político en Tailandia ha sido tumultuoso, con una lucha de poder constante entre partidos elegidos popularmente y un establecimiento influyente con fuertes conexiones en el ejército y otras instituciones clave. La reciente disolución del Partido Move Forward y la destitución del primer ministro Srettha Thavisin en el lapso de una semana, ambos por el mismo tribunal, subrayan la gravedad de la situación.
Limjaroenrat también criticó a las instituciones independientes por ser politizadas y abogó por su reforma para garantizar su independencia y responsabilidad ante el público. “Penalizar a alguien por tener estándares éticos o morales diferentes es demasiado para nuestra democracia”, afirmó.
A pesar de su prohibición, Limjaroenrat planea continuar su lucha por la democracia desde Harvard, donde será becario de democracia. Su situación refleja la política despiadada de Tailandia, donde, a pesar de su popularidad y de liderar a Move Forward a una sorprendente victoria electoral, ha sido forzado a los márgenes.
La comunidad académica también ha mostrado su apoyo a Limjaroenrat. Un grupo de 134 académicos y expertos legales tailandeses emitió una declaración criticando al tribunal por exceder su jurisdicción y dañar la confianza pública en los sistemas legales y democráticos.
Las palabras de Limjaroenrat resuenan con fuerza en un país que busca estabilidad y progreso. Su llamado a la reforma judicial es un recordatorio de que, para avanzar, Tailandia debe romper con los ciclos de intervención y permitir que la voluntad del pueblo prevalezca.