Nueva ofensiva contra Ucrania sacude el proceso de paz: drones y misiles atacan infraestructura civil mientras siguen las negociaciones diplomáticas

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THE LATIN VOX (06 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina.  

En una dura demostración de fuerza, las fuerzas armadas de Rusia lanzaron una ofensiva masiva con drones y misiles contra múltiples regiones de Ucrania en la madrugada de este sábado, mientras representantes ucranianos y estadounidenses avanzaban en una nueva ronda de negociaciones con miras a un acuerdo de paz.

Una ofensiva en paralelo a las conversaciones de paz

Según informaron las autoridades ucranianas, el ataque incluyó 653 drones y 51 misiles, de los cuales las defensas aéreas interceptaron la gran mayoría aproximadamente 585 drones y 30 misiles.
No obstante, 29 localidades en diversas regiones resultaron impactadas, con al menos ocho personas heridas. Entre ellas, se reportaron víctimas en la zona de la capital, así como en otras regiones del país.

Las autoridades indicaron que los principales blancos del ataque fueron instalaciones de energía, así como infraestructura crítica de transporte. La empresa estatal ucraniana de energía reclamó que varias plantas eléctricas y redes de suministro resultaron dañadas.

El impacto fue contundente: en la región de Odesa, por ejemplo, miles de hogares quedaron sin agua y calefacción; además, se registraron cortes generalizados de electricidad en zonas afectadas.

En la ciudad de Fastiv, cercana a la capital, un edificio de la estación de tren fue destruido tras ser alcanzado por un dron, lo que obligó a suspender el servicio de trenes regionales y generó una nueva ola de alarma civil.

Riesgo nuclear: otra dimensión del conflicto

Uno de los blancos más críticos fue la planta nuclear en la región de Zaporizhzhia la central nuclear más grande de Europa y actualmente bajo control ruso. El ataque provocó la pérdida temporal de suministro eléctrico externo (“off-site power”), un hecho que vuelve a poner sobre la mesa el temor a un accidente nuclear, si no se restauran con rapidez las condiciones de seguridad.

Este incidente revive la preocupación internacional sobre la seguridad nuclear en un contexto de guerra, especialmente ante el arribo del invierno y el riesgo de frío, cortes de energía prolongados y fallas en los sistemas de refrigeración de reactores apagados o en mantenimiento.

Diplomacia en curso, guerra en auge: la paradoja de la paz

Las nuevas negociaciones entre Ucrania y Estados Unidos promovidas como parte de un marco para asegurar la paz tras casi cuatro años de conflicto continuaban este fin de semana. Representantes de ambos países afirmaron que habían logrado avances en temas de seguridad para la Ucrania posguerra, aunque alertaron que cualquier avance real depende de la “voluntad seria” de Rusia de comprometerse con la paz.

Sin embargo, la ofensiva rusa demuestra que ese deseo, al menos por el momento, no se traduce en hechos: mientras las conversaciones diplomáticas avanzan, las armas siguen volando, la población civil sufre y la infraestructura básica continúa siendo blanco de ataques sistemáticos.

Para muchos analistas, esta dualidad bombas y baladrones por un lado; diplomacia y promesas por el otro revela una estrategia de presión: recurrir a la destrucción y el miedo para debilitar la moral ucraniana, provocar crisis energéticas y forzar concesiones en la mesa de negociación.

Consecuencias inmediatas y amenazas a futuro

  • Deterioro humanitario: cortes en electricidad, agua y calefacción en plena época invernal agravan la situación de la población civil; miles han quedado en condiciones vulnerables.
  • Infraestructura crítica bajo ataque: estaciones de trenes, redes eléctricas, plantas nucleares y otras instalaciones esenciales ya no están a salvo, lo que dificulta la vida diaria y la logística en Ucrania.
  • Inestabilidad nuclear: el riesgo en centrales como Zaporizhzhia despierta alarma internacional ante un posible accidente, con implicancias no solo para Ucrania, sino para toda Europa.
  • Escasa credibilidad diplomática: la ofensiva pone en entredicho la viabilidad del actual proceso de paz, sembrando dudas sobre la disposición real de Rusia para un acuerdo duradero.

¿Qué significa esto para el mundo?

El ataque revela que la guerra en Ucrania lejos de acercarse a una resolución podría entrar en una fase aún más peligrosa, caracterizada por una guerra de desgaste centrada en infraestructura civil, energía e impacto masivo sobre la población.

Además, este episodio podría reavivar el debate internacional sobre la protección de instalaciones nucleares en zonas de conflicto, la necesidad de reforzar los mecanismos de seguridad y sanciones más severas contra agresores que apuntan deliberadamente a civiles.

Y, quizá lo más importante: mientras el mundo exige negociaciones y diplomacia, este tipo de acciones demuestra cuán frágil puede ser la esperanza de paz si no va acompañada de actos concretos de desescalada y respeto al derecho internacional.

El nuevo bombardeo masivo de Rusia contra Ucrania con más de 600 drones y decenas de misiles lanzados en una sola noche contra infraestructura civil golpea con brutal crudeza a un país que, al mismo tiempo, intenta negociar su destino.

Esa simultaneidad de guerra y diplomacia pone en evidencia una realidad inquietante: sin compromisos concretos y verificables, las palabras de paz pueden quedar vacías frente al estruendo de las armas.

En este contexto, la comunidad internacional observa con preocupación. Las próximas horas y días serán decisivas para determinar si sobreviven el proceso negociador y la seguridad de millones de civiles atrapados en medio del conflicto.

Fuente: www.cbc.ca

Foto: www.cbc.ca


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