En medio de controversias, Peggys Cove, el emblemático pueblo pesquero, ha introducido una nueva ordenanza para guiar el desarrollo y proteger su patrimonio. Sin embargo, algunos residentes han expresado su descontento, calificando el proceso de creación de estas normas como injusto.
Tras más de dos años de consultas y cinco borradores diferentes, esta semana la provincia aprobó una nueva ordenanza de uso de suelo que reemplazará la de 2003. La nueva regulación busca preservar el espíritu de “auténtico y tradicional pueblo pesquero” de la caleta, al mismo tiempo que permite usos comerciales de los cuales los residentes pueden beneficiarse económicamente gracias a los miles de turistas que visitan la zona y su faro.
Paul Paruch y otros han manifestado preocupaciones sobre conflictos de interés con la Comisión de Peggys Cove, que lideró el proceso con el apoyo de los consultores de Upland Planning. Paruch, quien esperaba que su propiedad fuera zonificada como comercial, se siente decepcionado, ya que su esposa ha operado un puesto de hot dogs allí durante años. Además, la pareja compró una casa con planes de alquilarla para su retiro, lo cual tampoco estaría permitido bajo la nueva ordenanza.
La nueva ordenanza abarca desde el tamaño de las viviendas hasta las regulaciones sobre materiales de construcción. También ha transformado muchos lotes residenciales a lo largo de Peggys Point Road en zonificación “núcleo” de uso mixto, que permitiría fines comerciales, residenciales y comunitarios. Sin embargo, vendedores ambulantes y músicos callejeros ya no están permitidos en la caleta, a menos que sean accesorios de un evento especial.
Brian Cottam señala que la nueva ordenanza es un duro golpe para él y su esposa, Kelly Westhaver. Aunque un borrador inicial de la ordenanza zonificó su terreno en 173 Peggys Point Rd. como comercial, esto cambió a residencial después de que otros residentes expresaran preocupaciones sobre tener esa zonificación tan cerca del faro. Una venta de $1.3 millones se frustró en el terreno porque una designación central era una condición de la compra, según Cottam.
Por otro lado, Eleanor McCain obtendrá la zonificación comercial que buscaba para permitir nuevos negocios. Sin embargo, un abogado de McCain expresó preocupaciones sobre cómo se aplicó la zona de conservación al lado rocoso frente al mar de la propiedad de su cliente y muchas otras en la caleta1.
La nueva ordenanza de Peggys Cove es un intento de equilibrar la preservación del carácter de la zona con la posibilidad de un mayor uso comercial, pero las quejas de injusticia en el proceso sugieren que el debate sobre el desarrollo adecuado de este querido sitio turístico está lejos de terminar.