Investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC) han desarrollado un dispositivo innovador que podría revolucionar la forma en que detectamos microplásticos en nuestras bebidas diarias, incluyendo el café. Este avance tecnológico surge en un momento crucial, ya que la preocupación por la presencia de microplásticos en los alimentos y bebidas ha ido en aumento debido a sus posibles efectos adversos en la salud y el medio ambiente.
El dispositivo, creado por un equipo liderado por Tianxi Yang, utiliza un microscopio digital inalámbrico, una luz LED verde y un filtro de excitación para analizar muestras líquidas de tamaño menor a una gota. Este método permite que cualquier microplástico presente en la muestra emita un brillo, facilitando su detección. En un estudio reciente publicado en la revista revisada por pares ACS Sensors, el dispositivo fue probado con agua destilada hervida que había sido colocada en vasos desechables de poliestireno durante 30 minutos. Los resultados mostraron que los vasos liberaron cientos de millones de partículas de poliestireno en el agua, cada una de aproximadamente una centésima del ancho de un cabello humano o más pequeña.
Yang, profesora asistente en la facultad de sistemas de tierra y alimentos, destacó que cada prueba cuesta alrededor de 1.5 centavos, lo que hace que el dispositivo sea una opción asequible para la detección de microplásticos. Actualmente, el dispositivo está calibrado para detectar poliestireno, pero los investigadores esperan que en el futuro pueda medir otros tipos de plásticos, como polietileno o polipropileno.
La importancia de este dispositivo radica en su capacidad para proporcionar resultados fáciles de entender, ya sea por un técnico en un laboratorio de procesamiento de alimentos o por cualquier persona curiosa sobre la cantidad de microplásticos en su taza de café matutina. Los investigadores de UBC esperan comercializar el dispositivo para analizar partículas plásticas en aplicaciones del mundo real, lo que podría tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria y la salud pública.
Los microplásticos, que pueden formarse cuando objetos como vasos o utensilios de plástico se degradan, representan una amenaza significativa para la seguridad alimentaria, la salud y el medio ambiente. La detección asequible de estos materiales podría ayudar a reducir su peligro. Yang subrayó que la presencia de microplásticos en los alimentos y bebidas es un problema creciente que requiere atención urgente. “Queremos asegurarnos de que las personas sean conscientes de lo que están consumiendo y de los posibles riesgos asociados con los microplásticos”, afirmó.
Este avance no solo tiene implicaciones para los consumidores individuales, sino también para la industria alimentaria en general. La capacidad de detectar microplásticos de manera rápida y económica podría llevar a una mayor regulación y control de calidad en la producción de alimentos y bebidas. Además, podría fomentar el desarrollo de alternativas más seguras y sostenibles a los plásticos desechables, reduciendo así la cantidad de microplásticos que terminan en nuestros cuerpos y en el medio ambiente.
El nuevo dispositivo desarrollado por los investigadores de UBC representa un paso adelante en la lucha contra la contaminación por microplásticos. Al proporcionar una herramienta accesible y efectiva para la detección de estos contaminantes, este avance podría tener un impacto duradero en la salud pública y la seguridad alimentaria, ayudando a proteger tanto a las personas como al planeta.