Un canadiense de 27 años que trabajaba como voluntario en un kibutz cerca de la frontera con Gaza fue una de las víctimas mortales del ataque de Hamas contra Israel el pasado 7 de octubre. Se trata de la octava muerte canadiense confirmada en el conflicto, que ha causado más de 260 fallecidos y miles de heridos.
El joven, identificado como Daniel Cohen, era originario de Toronto y había viajado a Israel en agosto para participar en un programa de voluntariado en el kibutz Nir Am, donde ayudaba en las tareas agrícolas y educativas. Según sus familiares y amigos, Cohen era un apasionado de la cultura y la historia judías, y tenía la ilusión de conocer el país de sus ancestros.
El día del ataque, Cohen se encontraba en el festival de música Supernova, que se celebraba en el kibutz, junto con otros cientos de jóvenes. Según los testigos, el festival fue el blanco de varios cohetes lanzados por Hamas desde la Franja de Gaza, que impactaron en el escenario y en la multitud, provocando una escena de pánico y horror. Cohen fue alcanzado por la metralla y murió en el acto.
La embajada de Canadá en Israel confirmó la muerte de Cohen y expresó sus condolencias a su familia y amigos. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también lamentó la pérdida de Cohen y de los otros siete canadienses que han fallecido en el conflicto, y reiteró su apoyo al derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hamas.
La guerra entre Israel y Hamas se ha intensificado en las últimas semanas, con el lanzamiento de cientos de cohetes desde ambos lados y el bombardeo de objetivos militares y civiles. La comunidad internacional ha pedido un alto el fuego y una solución pacífica al conflicto, pero hasta el momento no se ha logrado ningún avance.