Octubre desafía a El Niño en Canadá con un calor atípico de otoño

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El mes de octubre suele traer consigo un descenso de las temperaturas y el inicio de la temporada de nieve en muchas partes de Canadá. Sin embargo, este año, octubre parece desafiar al fenómeno climático de El Niño, que se espera que traiga un invierno más cálido y seco de lo normal en el país. Según los pronósticos meteorológicos, octubre podría registrar temperaturas por encima de la media en la mayor parte del territorio canadiense, especialmente en las provincias del oeste y del centro.

El Niño es un fenómeno que se produce cuando las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial se calientan más de lo normal, lo que afecta a los patrones de viento y de lluvia en todo el mundo. El Niño suele tener un efecto moderador sobre el clima de Canadá, ya que reduce la influencia del aire frío procedente del Ártico. Sin embargo, este efecto no se nota tanto en octubre, ya que es un mes de transición entre el verano y el invierno.

Según el meteorólogo Doug Gillham, octubre podría ser un mes muy variable, con períodos de calor y de frío alternándose. Gillham explica que el calor de octubre no significa necesariamente que el invierno vaya a ser más suave, ya que hay otros factores que influyen en el clima invernal, como la Oscilación Ártica y la Oscilación del Atlántico Norte.

Gillham también advierte que el calor de octubre podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente y la agricultura, ya que podría aumentar el riesgo de incendios forestales, reducir la humedad del suelo y afectar al desarrollo de los cultivos. Además, el calor podría retrasar el cambio de color de las hojas, lo que podría decepcionar a los amantes del otoño.

Por otro lado, el calor de octubre podría ser una oportunidad para disfrutar de actividades al aire libre, como el senderismo, el ciclismo o el golf. También podría ser una ventaja para ahorrar en calefacción y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, Gillham recomienda no confiarse demasiado y estar preparados para la llegada del frío y la nieve en cualquier momento.


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