En un mundo donde el trabajo se ha vuelto cada vez más flexible, las oficinas corporativas necesitan reinventarse para atraer a los empleados. Ya no es suficiente depender de la ubicación como el principal atractivo. Según un informe de Deloitte, las oficinas deben convertirse en el mejor lugar para trabajar, ofreciendo personalización y acceso a servicios y características exclusivas. Los inquilinos buscan comodidades digitales, como conserjes y señalización digitales, así como entornos de trabajo flexibles que permitan tanto el trabajo enfocado como el colaborativo.
La tecnología también desempeña un papel importante en la transformación de las oficinas. Los inquilinos quieren acceso a tecnologías cognitivas como análisis de datos e inteligencia artificial, así como sistemas de monitoreo de propiedades en tiempo real. Además, desean espacios de trabajo mejorados, con iluminación y acústica de alta calidad, acceso a instalaciones especializadas y edificios inteligentes que ayuden a reducir los gastos operativos.
La sostenibilidad también es un factor importante. A medida que aumenta la conciencia ambiental, los inquilinos esperan que los propietarios tengan estrategias de descarbonización y reducción de emisiones. Aquellos propietarios que no cumplan con estas metas podrían enfrentar la posibilidad de que los inquilinos busquen terminar anticipadamente sus contratos de arrendamiento.
Las oficinas deben ofrecer una experiencia excepcional para atraer a los empleados en un mundo de trabajo flexible. Esto incluye comodidades digitales, flexibilidad en el espacio de trabajo, tecnología avanzada y un enfoque en la sostenibilidad. Aquellas oficinas que puedan adaptarse a estas demandas tendrán una ventaja competitiva en el mercado.