Once personas murieron y otras 15 resultaron heridas al derrumbarse el techo de una iglesia en el estado mexicano de Puebla, en el centro del país, el domingo por la tarde. El accidente ocurrió cuando unas 200 personas asistían a una misa en la iglesia de San José Obrero, en la localidad de Atzala.
Según las autoridades, el derrumbe se debió a las fuertes lluvias que han afectado a la zona en los últimos días y que han debilitado la estructura del templo, construido en el siglo XVII. Los bomberos, los militares y los vecinos trabajaron durante horas para rescatar a las víctimas atrapadas bajo los escombros, pero no se cree que haya más personas sepultadas.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, expresó sus condolencias a los familiares de los fallecidos y anunció que se brindará apoyo psicológico y económico a los afectados. Asimismo, ordenó una investigación para determinar las causas del derrumbe y las posibles responsabilidades.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también lamentó el hecho y dijo que su gobierno colaborará con el estatal para atender la emergencia. López Obrador pidió a la población que tome precauciones ante las intensas lluvias que se prevén en varias regiones del país.