Ontario: Doug Ford promete cumplir metas climáticas mientras documentos internos revelan lo contrario

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THE LATIN VOX (2 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

Mientras el mundo intensifica sus esfuerzos para combatir la crisis climática, Ontario, la provincia más poblada de Canadá, enfrenta serias dudas sobre su capacidad para cumplir sus compromisos medioambientales.

El primer ministro provincial Doug Ford asegura que su gobierno alcanzará la ambiciosa meta de reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 2005 para el año 2030.

Sin embargo, documentos oficiales revelan una realidad diferente: Ontario está en camino de quedarse corto por tres megatoneladas.

«Nuestro objetivo siempre es alcanzar el 100%, y lo haremos tan rápido como sea posible», declaró Ford el pasado viernes, intentando disipar las preocupaciones tras un informe revelado por CBC News. No obstante, los datos obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información muestran que, en marzo, el propio Ministerio del Medio Ambiente advirtió que la provincia no cumpliría su objetivo.

El factor nuclear

Como parte de su estrategia para «limpiar» la red eléctrica, Ford ha apostado por la energía nuclear. El plan incluye la construcción de cuatro pequeños reactores modulares, considerados una alternativa más flexible y moderna a las centrales nucleares tradicionales. Sin embargo, el primero de estos reactores no estará operativo hasta finales de 2030, justo cuando expira el plazo para cumplir la meta climática.

“Seguiremos siendo líderes en energía nuclear y en la entrega de energía limpia a la red”, afirmó el premier. Pero para muchos críticos, el calendario simplemente no cuadra.

Una promesa sin sustancia, dicen los críticos

Desde la oposición, las críticas no se han hecho esperar. Mary-Margaret McMahon, portavoz ambiental del Partido Liberal, cuestionó directamente la viabilidad del plan de Ford: “No me di cuenta de que el premier era mago, porque no hay forma de que vayamos a alcanzar esas metas”.

Por su parte, Peter Tabuns, del Nuevo Partido Democrático (NDP), fue aún más directo: “El compromiso del premier no significa nada sin acciones reales. Sus propios funcionarios le están diciendo que no alcanzará los objetivos, y aún así se niega a reconocer que Ontario se está quedando atrás”.

Revisión regulatoria bajo presión

Actualmente, la provincia está revisando su programa de estándares de rendimiento de emisiones, el cual obliga a las empresas a pagar por sus emisiones si superan ciertos límites. Aunque Ford asegura que esta revisión no debilitará las normas ambientales, la preocupación crece, especialmente ante amenazas arancelarias de Estados Unidos y posibles cambios en la política federal canadiense.

“No vamos a relajar las reglas”, insistió Ford. “Cada empresa quiere ser amigable con el medio ambiente. El mercado lo exige, y vamos a apoyar al mercado”.

No todos comparten ese optimismo. Keith Stewart, portavoz de Greenpeace Canadá, advirtió que confiar en que la industria se autorregule es una receta para el estancamiento. “Permitir que la industria marque el ritmo significa que vamos a avanzar demasiado lento”, señaló.

Metas sin acciones

La metáfora que usó Stewart para ilustrar la situación fue contundente: “Tengo un objetivo de perder peso, pero ayer comí papas fritas y tomé cerveza. Así que si no haces nada concreto para alcanzar tu meta, tener una meta no sirve de mucho”.

Con 2030 cada vez más cerca, y con datos oficiales que contradicen las declaraciones optimistas del gobierno, Ontario se encuentra en una encrucijada climática. La voluntad política, las decisiones estratégicas y la presión ciudadana definirán si la provincia puede cumplir sus promesas o si se sumará a la lista de jurisdicciones que fallaron cuando más se necesitaba acción.

Crédito fotográfico: Getty Images.


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