
En una medida sin precedentes, la provincia canadiense de Ontario ha decidido aplicar un recargo del 25% a las exportaciones de electricidad destinadas a Estados Unidos, afectando principalmente a los estados de Nueva York, Minnesota y Michigan. Esta decisión, anunciada el 10 de marzo de 2025, surge como represalia a los aranceles del 25% impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, a productos canadienses y mexicanos.
Doug Ford, primer ministro de Ontario, justificó la medida como una acción necesaria para proteger los intereses económicos de la provincia. Se estima que este recargo generará aproximadamente 400,000 dólares canadienses diarios, fondos que se destinarán al apoyo de trabajadores, familias y empresas locales.
La implementación de este recargo podría traducirse en un incremento de alrededor de 100 dólares mensuales en las facturas de electricidad de aproximadamente 1.5 millones de hogares y negocios en los estados afectados. Ford ha manifestado que esta medida se mantendrá vigente hasta que la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos sea eliminada, y no ha descartado la posibilidad de cortar completamente el suministro eléctrico si la situación se agrava.
La provincia de Quebec también está evaluando la posibilidad de adoptar medidas similares, lo que podría intensificar aún más las tensiones comerciales entre ambos países. Aunque las importaciones de electricidad desde Ontario representan una pequeña fracción del consumo total en los estados afectados, esta medida simboliza la creciente fricción en las relaciones comerciales norteamericanas.
La North American Electric Reliability Corporation (NERC) ha expresado preocupación por la estabilidad energética, advirtiendo que restricciones en el suministro transfronterizo podrían poner en peligro la confiabilidad del sistema eléctrico en medio de esta guerra comercial.
Este enfrentamiento comercial subraya las complejidades de las relaciones económicas entre Canadá y Estados Unidos, y plantea interrogantes sobre las repercusiones a largo plazo de las políticas arancelarias en la estabilidad y cooperación regional.