
THE LATIN VOX (15 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno de Ontario ha decidido poner fin a la era del trabajo remoto para sus empleados públicos. A partir del 20 de octubre, el personal de la administración provincial deberá acudir a la oficina al menos cuatro días por semana, y desde el 5 de enero de 2026 la asistencia será a tiempo completo.
La medida, anunciada por la presidenta del Consejo del Tesoro, Caroline Mulroney, rompe con la política vigente desde abril de 2022, que exigía una presencia mínima de tres días semanales en las oficinas. El cambio afectará a los trabajadores de la Ontario Public Service, así como a organismos, agencias y comisiones provinciales.
El primer ministro Doug Ford defendió la decisión señalando que el trabajo presencial mejora la productividad y la formación de nuevos empleados. “¿Cómo se puede orientar a alguien por teléfono? No se puede. Hay que mirarlos cara a cara”, afirmó en una rueda de prensa en Pickering.
Ford también subrayó el impacto económico positivo que podría tener la medida para pequeños negocios que dependen del tráfico peatonal generado por oficinas abiertas, negocios que, según dijo, han sufrido pérdidas con el teletrabajo.
El anuncio llega poco después de que cuatro de los mayores bancos canadienses —RBC, Scotiabank, BMO y TD— impusieran un mínimo de cuatro días semanales en sus sedes de Toronto. Aunque Ford niega que haya habido influencia directa, asegura que los líderes empresariales con los que ha hablado coinciden en que “todos necesitan volver al trabajo”.
Sindicatos en pie de guerra
La decisión ha generado un fuerte rechazo sindical. Dave Bulmer, presidente de AMAPCEO —que representa a unos 14,000 empleados administrativos, profesionales y de supervisión— acusó al gobierno de estar “empecinado” en eliminar opciones de trabajo remoto durante las recientes negociaciones colectivas.
“Hemos demostrado que podemos y debemos ser tratados como los profesionales capaces y confiables que somos, trabajando para Ontario desde cualquier lugar”, dijo.
Por su parte, OPSEU, sindicato que representa aproximadamente a la mitad de la fuerza laboral de la Ontario Public Service, señaló que para algunos trabajadores el modelo híbrido ha aportado beneficios claros en productividad, retención y bienestar.
“Esta es una decisión impuesta desde arriba, sin transparencia, sin negociación y sin evidencia de que mejore el servicio a la población”, declaró Amanda Usher, presidenta de su equipo de negociación.
Un regreso en medio de reformas
El regreso masivo a las oficinas se producirá mientras el principal complejo gubernamental de Toronto, el Macdonald Block, continúa cerrado por una renovación de 1,500 millones de dólares, lo que obliga a muchos ministerios a operar desde espacios alquilados en el centro de la ciudad.
La medida también marca un contraste con el gobierno federal, que mantiene un mínimo de tres días de trabajo presencial, aunque hay indicios de que la norma no siempre se aplica de manera estricta.
Con esta orden, Ontario se suma a una tendencia creciente en el sector público y privado para recuperar la dinámica pre-pandemia, una decisión que promete seguir alimentando el debate sobre el equilibrio entre productividad, bienestar laboral y el futuro del trabajo híbrido en Canadá.
Crédito fotográfico: Britannica