
THE LATIN VOX (13 de noviembre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno de Ontario anunció esta semana un desembolso de 210 millones de dólares para que los municipios implementen medidas de seguridad vial, después de que la provincia decidiera prohibir el uso de cámaras de velocidad. La decisión ha generado debates sobre la efectividad de estas tecnologías y el impacto en la financiación local.
El primer ministro Doug Ford ha criticado durante semanas las cámaras de velocidad, calificándolas de “recaudación de dinero” para los municipios, y el mes pasado su gobierno aprobó una prohibición que entrará en vigor este viernes.
Más de 20 alcaldes habían instado al Ejecutivo a ajustar el programa en lugar de eliminarlo por completo, señalando que la medida implica que ahora todas las medidas de seguridad vial deberán financiarse con los impuestos generales, en lugar de con las infracciones de velocidad.
El ministro de Transporte, Prabmeet Sarkaria, explicó que un nuevo Fondo de Iniciativas de Seguridad Vial entregará de inmediato 42 millones de dólares para medidas como reductores de velocidad, pasos peatonales elevados, rotondas, nueva señalización y mayor presencia policial en zonas escolares y comunitarias que antes contaban con cámaras automáticas.
“Ontario tiene algunas de las carreteras más seguras de Norteamérica y nuestro nuevo Fondo de Iniciativas de Seguridad Vial reforzará este récord, asegurando que los municipios tengan los recursos necesarios para implementar medidas de control de tráfico probadas, sin encarecer la vida de los conductores”, afirmó Sarkaria en un comunicado.
Los municipios elegibles podrán solicitar los 168 millones de dólares restantes a principios del próximo año.
El impulso público de Ford contra las cámaras de velocidad comenzó después de que 17 dispositivos automáticos fueran derribados en Toronto en el transcurso de dos días. Las disposiciones para prohibir estas cámaras fueron incluidas en un proyecto de ley de reducción de trámites, que el gobierno tramitó rápidamente, limitando el debate y sin realizar audiencias públicas.
Aunque el primer ministro ha sostenido que las cámaras no logran reducir la velocidad de los conductores, estudios de los municipios y de investigadores del Hospital for Sick Children indican lo contrario, demostrando que sí contribuyen a disminuir la velocidad y mejorar la seguridad vial.
Con esta iniciativa, Ontario apuesta por un enfoque más directo de control de tráfico financiado por el Estado, en un momento en que la seguridad vial y la eficacia de las cámaras de velocidad siguen siendo un tema de intenso debate público.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Getty Images