
THE LATIN VOX (26 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció que prohibirá el uso de cámaras de control de velocidad en la provincia, desatando una fuerte controversia entre defensores de la seguridad vial, líderes municipales y expertos en transporte.
Para Ford, las cámaras no son más que una “máquina de recaudar impuestos” que ha “salido de control”, mientras que para sus detractores son herramientas clave para salvar vidas.
“Los residentes están hartos. Esto es un robo al bolsillo de los contribuyentes, nada más”, afirmó Ford el jueves, insistiendo en que los municipios utilizan las sanciones como fuente de ingresos. El premier incluso llegó a ofrecerse a demostrar personalmente a los alcaldes cómo reducir la velocidad en zonas conflictivas sin necesidad de cámaras.
Un choque con Toronto
El anuncio amenaza con abrir un nuevo frente de confrontación entre Ford y la alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, quien advirtió que retirar las cámaras sería un “grave error”. En una carta enviada al comité de infraestructura de la ciudad, Chow recordó el caso reciente de un adolescente de 15 años atropellado mortalmente por un conductor a exceso de velocidad. “Debemos hacer todo lo posible para evitar estas tragedias. Y sabemos que las cámaras funcionan: reducen la velocidad”, sostuvo.
Toronto instaló uno de los dispositivos más polémicos en 2022, en una zona de 40 km/h donde un conductor imprudente había causado la muerte de una pareja de ancianos. Desde entonces, esa cámara ha emitido más de 63,000 multas y recaudado más de 7 millones de dólares canadienses, pero también ha sido vandalizada siete veces en apenas diez meses.
La ciencia frente al populismo
Ford ha ignorado estudios recientes que demuestran el impacto positivo de las cámaras. Una investigación conjunta del Hospital for Sick Children y la Universidad Metropolitana de Toronto concluyó que la aplicación automática de multas redujo en un 45% la proporción de vehículos que excedían los límites en zonas escolares del centro de la ciudad.
Las fuerzas de seguridad también expresaron su preocupación. La Asociación de Jefes de Policía de Ontario recordó que las cámaras han demostrado ser efectivas para cambiar el comportamiento de los conductores y hacer las calles más seguras, en especial para ciclistas, peatones y niños.
Un giro hacia los suburbios
La medida encaja en la estrategia de Ford de apelar a los votantes suburbanos, quienes a menudo se sienten castigados por las sanciones al volante y que constituyen una base clave en su electorado. No es la primera vez que el premier adopta decisiones polémicas en materia de movilidad: este verano intentó eliminar carriles para bicicletas en Toronto, iniciativa que fue frenada por los tribunales.
Mientras Ford promete crear un nuevo fondo para financiar otras medidas de seguridad vial, el pulso político y social está servido. La pregunta de fondo es clara: ¿qué pesa más en Ontario, la seguridad en las calles o la narrativa populista de un premier dispuesto a confrontar a la ciudad más grande de Canadá?
Crédito fotográfico: Yahoo News Canada