OpenAI se prepara para venta de acciones que podría elevar su valoración internacional

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THE LATIN VOX (6 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La carrera por liderar el futuro de la inteligencia artificial se acelera, y OpenAI, creador del popular ChatGPT, podría alcanzar una valoración de 500.000 millones de dólares, superando así a la compañía espacial de Elon Musk, SpaceX.

La startup, que ha revolucionado el uso de la IA generativa a nivel mundial, estaría en conversaciones iniciales para vender acciones de empleados actuales y antiguos, en una operación que podría catapultarla a la cima del sector tecnológico.

Según Bloomberg, que fue el primero en reportar estas negociaciones, inversores existentes como Thrive Capital habrían propuesto la compra de acciones internas. Esta venta no implicaría una nueva ronda de financiamiento, sino una transacción secundaria que permitiría a empleados capitalizar parte del valor generado por su trabajo, y a la vez, reforzar la fidelidad de talentos clave.

De $300.000 millones a $500.000 millones: Una escalada meteórica

Si el acuerdo se concreta, la valoración de OpenAI se dispararía un 66 %, desde los $300.000 millones actuales. Esto la colocaría por encima de SpaceX, valorada actualmente en $350.000 millones y que busca levantar fondos para alcanzar los $400.000 millones.

Detrás de este crecimiento acelerado se encuentra el éxito comercial de ChatGPT y otros productos de IA, así como inversiones estratégicas lideradas por gigantes como Microsoft y SoftBank.

Sin embargo, OpenAI enfrenta una feroz competencia: Meta, liderada por Mark Zuckerberg, ha estado contratando agresivamente expertos en IA, ofreciendo bonos de hasta $100 millones.

Sam Altman, CEO de OpenAI, respondió asegurando que “Meta no se ha llevado a nuestros mejores talentos” pese a sus ofertas “locas”.

Un mercado de talento y hardware en plena ebullición

El auge de la IA no es solo una batalla de algoritmos, sino también de cerebros. En un entorno donde cada ingeniero especializado vale su peso en oro, retener personal se ha vuelto crítico.

Las ventas de acciones para empleados no solo representan un incentivo financiero, sino también una estrategia de blindaje frente a rivales como Anthropic —fundada por ex miembros de OpenAI—, que busca levantar $170.000 millones en una nueva ronda.

Pero OpenAI no se detiene ahí. La empresa también está haciendo una ambiciosa incursión en el hardware. En octubre de 2024, adquirió la startup io, del legendario diseñador del iPhone Sir Jony Ive, en una operación de $6.400 millones.

Altman reveló a sus empleados que la compañía planea fabricar 100 millones de «compañeros de IA», dispositivos que combinarían inteligencia artificial con diseño de vanguardia. Aunque su producción en masa no está prevista hasta 2027, Altman ya lo describe como “la tecnología más impresionante que el mundo haya visto”.

Modelos abiertos, ambiciones cerradas

En medio de su expansión, OpenAI también lanzó recientemente dos modelos de código abierto, desafiando a Meta y a desarrolladores chinos como DeepSeek. “Queremos poner la IA en manos del mayor número de personas posible”, dijo Altman. Sin embargo, el corazón del negocio de OpenAI sigue siendo su ecosistema de modelos cerrados, por los que cobra suscripciones y licencias empresariales.

Aunque la organización fue fundada con una estructura sin fines de lucro, ahora se encuentra en proceso de transición hacia un modelo con fines de lucro limitado, lo que ha generado controversia. Elon Musk, uno de sus cofundadores y ahora rival directo con su startup xAI, ha intentado legalmente frenar este cambio, alegando que la empresa se ha desviado de su misión original de “beneficio para la humanidad”. Sin éxito: en marzo, un juez de EE.UU. rechazó su solicitud de medida cautelar.

Una compañía con poder global… y presión global

A medida que OpenAI se acerca al medio billón de dólares en valoración, su impacto trasciende el ámbito corporativo. Desde su asociación con Microsoft hasta su creciente protagonismo en debates éticos, educativos y geopolíticos, la empresa se encuentra en el centro del debate global sobre los límites, los riesgos y las promesas de la inteligencia artificial.

En palabras de Altman, expresadas recientemente en el New York Times: “Toda gran alianza tiene tensiones, y ciertamente las tenemos con Microsoft. Pero en general, la colaboración ha sido extraordinariamente buena para ambas partes.”

Ahora, con una posible nueva estructura financiera, una carrera por el talento sin precedentes, y el anuncio inminente de GPT-5 —la próxima versión de su modelo de IA— OpenAI parece decidida no solo a liderar el mercado, sino a moldear el futuro mismo de la tecnología.

Crédito fotográfico: The New York Times


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