
THE LATIN VOX (19 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
«Jamás subestimen el poder de la ignorancia». Esta reflexión, que podría parecer una mera broma en un programa de comedia británico, resuena hoy con una verdad inquietante, sobre todo al analizar las recientes decisiones políticas que han marcado el rumbo del Reino Unido y Estados Unidos.
Desde el Brexit hasta la reelección de Donald Trump y las incursiones políticas de Elon Musk, la ignorancia no solo persiste, sino que se ha resurgido con una fuerza renovada. Y la pregunta que surge es: ¿cómo llegamos a este punto?
Brexit: La trampa de las promesas vacías
En 2016, un 37% de los británicos votó a favor de abandonar la Unión Europea, impulsados por la promesa de recuperar la soberanía y controlar su destino. Sin embargo, muchos de esos votantes no comprendieron realmente las implicaciones de su decisión.
Ahora, tras años de incertidumbre económica, barreras comerciales y una burocracia nacional más compleja que nunca, los efectos de esa elección son palpables. Lo que parecía una liberación ha resultado ser una trampa. Las promesas sobre un futuro mejor se desmoronaron rápidamente, dejando un panorama de frustración y arrepentimiento.
El Brexit, lejos de liberar al Reino Unido, lo ha aislado. La salida de la UE ha afectado profundamente el comercio, la economía y las relaciones internacionales. De hecho, encuestas recientes muestran que una mayoría creciente de los británicos se arrepiente de su decisión y está abierta a reconsiderar su posición respecto a Europa, lo que podría abrir la puerta a un nuevo referéndum.
Las promesas de un «control total» sobre el futuro del país han sido reemplazadas por una realidad más dura y menos predecible.
Trump: Un nuevo mandato, viejas amenazas
Con la reelección de Donald Trump, surge nuevamente el temor de que el presidente estadounidense continúe debilitando las estructuras democráticas del país. A pesar de que muchas de sus amenazas, como la anexión de Groenlandia o la expansión de EE. UU. sobre Canadá, parecen fantasiosas, el peligro radica en la actitud despectiva hacia las normas democráticas y las alianzas internacionales.
Trump no solo pone en cuestión los principios de democracia y justicia, sino que también desafía la estabilidad global de manera directa.
En su segundo mandato, Trump tiene la oportunidad de profundizar aún más en su proyecto autoritario, que ya ha mostrado signos de menosprecio por los mecanismos de control y equilibrio que fundamentan el sistema estadounidense. Es un retroceso alarmante para una nación que, históricamente, ha representado los valores de la democracia y la justicia.
Musk: De la innovación a la invasión política
Mientras tanto, Elon Musk, el magnate de Tesla y Twitter, ha ampliado su influencia política, no solo en Estados Unidos, sino también en el Reino Unido. Sus recientes comentarios sobre «liberar» al Reino Unido de lo que considera un «gobierno tiránico» son un claro ejemplo de cómo las figuras populistas están moldeando el debate político global. Musk, al igual que Trump, parece abrazar una visión autoritaria de la política, promoviendo una narrativa que desafía las instituciones democráticas tradicionales.
La retórica de Musk, que incluye críticas a las políticas económicas del gobierno británico bajo Keir Starmer, refleja una peligrosa tendencia de desinformación y simplificación de problemas complejos.
Aunque el Reino Unido enfrenta serias dificultades económicas, no son las soluciones de Musk, basadas en recortes y desmantelamiento de estructuras, las que traerán un alivio real. Más bien, el país debería enfocarse en la inversión en crecimiento económico y en la creación de nuevas oportunidades a través de una renovada relación con la Unión Europea, especialmente a medida que Ucrania se perfila como un candidato potencial para su adhesión.
Lecciones de un mundo polarizado
El ascenso de Trump y Musk, sumado a las secuelas del Brexit, nos deja una lección clara: las promesas vacías y las narrativas simplistas basadas en el miedo y la desinformación pueden tener consecuencias devastadoras. Estos líderes populistas apelan a la emoción y a la frustración de la gente, pero ofrecen soluciones que, en realidad, agravan los problemas que dicen combatir.
A medida que los ciudadanos de todo el mundo se enfrentan a estas crisis políticas, queda claro que la ignorancia y el populismo no solo son peligrosos, sino que pueden transformar el curso de las democracias. En lugar de dejarse arrastrar por las promesas de un futuro mejor que nunca llega, es hora de que los votantes se informen, cuestionen y reflexionen sobre las consecuencias de sus decisiones políticas.
En última instancia, la historia demuestra que las decisiones impulsivas y basadas en la emoción, sin un análisis profundo, solo conducen a resultados dolorosos. El reto actual es claro: recuperar la razón, el conocimiento y la sensatez, y trabajar por un futuro en el que las democracias no se vean atrapadas por la ignorancia ni el populismo.
Crédito fotográfico: Anna Moneymaker/Getty Images