Opinión: Ucrania y el desafío de Trump en búsqueda del fin del conflicto armado

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THE LATIN VOX (5 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Con el inicio del 2025, Ucrania se enfrenta a un panorama cada vez más sombrío. Los ataques rusos con drones siguen siendo una constante, mientras el ejército ucraniano se ve presionado en múltiples frentes.

En medio de esta guerra prolongada, una figura controversial se asoma al horizonte de las negociaciones: Donald Trump. El presidente electo de Estados Unidos ha colocado el fin del conflicto como una de sus prioridades internacionales, pero su llegada a la Casa Blanca podría cambiar radicalmente las reglas del juego.

Un Año Nuevo oscuro para Ucrania

El comienzo del 2025 no ha traído consigo un alivio para Ucrania. En las primeras horas del año, al menos una persona perdió la vida en Kiev, mientras que varias más resultaron heridas debido a los implacables ataques con drones rusos.

Este es el tercer año consecutivo en el que Ucrania inicia el año con el dolor de la guerra. Si bien en 2023 había un atisbo de optimismo tras las victorias ucranianas en el campo de batalla, la realidad para 2024 se tornó mucho más sombría: la guerra se transformó en un desgaste prolongado, sin ilusiones de una victoria rápida. Y ahora, en 2025, el ánimo parece estar en uno de sus puntos más bajos.

Trump: El habilidoso negociador con un desafío complejo

Con Donald Trump regresando al poder en Washington, Ucrania se enfrenta a una incógnita. Trump ha prometido que terminar la guerra será una de sus principales prioridades, y ha nombrado al general retirado Keith Kellogg como su enviado especial para negociar la paz.

Este veterano de la política estadounidense es una figura más aceptable para Ucrania que otros personajes cercanos a Trump, algunos de los cuales han mostrado simpatías pro-rusas. Kellogg ya visitó Ucrania durante la guerra y presenció de primera mano los devastadores efectos de la invasión rusa.

Sin embargo, las propuestas de Kellogg, como la amenaza de cortar el suministro de armas a Ucrania si no se sentaba a negociar con Rusia, han generado inquietud en Kiev.

También ha criticado tanto a Rusia por sus ataques como a Ucrania por sus acciones, como el asesinato de un general ruso en Moscú, lo que ha preocupado a los funcionarios ucranianos. La equidistancia entre los dos bandos, que sugiere que ambos tienen igual responsabilidad en el conflicto, ha sido interpretada como una representación injusta de lo que Ucrania considera una invasión brutal por parte de Rusia.

En este contexto, la perspectiva de Trump como mediador plantea serias dudas. Aunque su estilo de negociador puede ser efectivo en algunos escenarios, en este caso, el reto es mayúsculo: ¿Cómo podría Trump, con su enfoque pragmático y a menudo impredecible, encontrar un equilibrio entre los intereses de Ucrania, Rusia y sus propios aliados occidentales?

La frustración con la Administración Biden

La transición hacia un gobierno de Trump llega en un momento de creciente frustración en Kiev. Las autoridades ucranianas han expresado en varias ocasiones su descontento por la lentitud y la falta de acción decisiva de la administración Biden.

En particular, se ha criticado la respuesta gradual de Occidente a la invasión rusa, que no ha logrado inclinar la balanza de manera definitiva a favor de Ucrania. Por otro lado, en Washington también hay una sensación de que el presidente Volodymyr Zelenskyy ha sido reacio a tomar decisiones difíciles, como la disminución de la edad de movilización para alistar más soldados.

Este descontento mutuo ha llevado a que algunos en Kiev vean con algo de esperanza la llegada de Trump, aunque los riesgos sean evidentes. Como señaló una fuente de seguridad en Kiev, la situación es comparable a un videojuego: después de años aprendiendo las reglas con Biden, ahora, con Trump, todas las normas están por cambiar. “Es como cuando has avanzado mucho en un juego y sabes cómo moverte. Ahora las reglas son diferentes y va a ser difícil aprenderlas de nuevo”, comentó un funcionario ucraniano.

Zelenskyy y el desafío de acomodar a Trump

El presidente Zelenskyy ha comenzado a ajustar su enfoque hacia la figura de Trump. En declaraciones recientes, el mandatario ucraniano ha destacado las cualidades de Trump como un líder capaz de tomar decisiones decisivas para detener a Putin.

En su intento por llegar al corazón de la naturaleza negociadora de Trump, Zelenskyy ha señalado que el presidente electo podría desempeñar un papel clave en la mediación del conflicto, aunque sigue siendo incierto cómo Trump abordará las complejas dinámicas de la guerra.

Al mismo tiempo, Putin ha lanzado halagos hacia Trump, elogiando su inteligencia y valentía. Este tipo de retroalimentación de ambas partes – Washington y Moscú – hace que el terreno de la negociación sea aún más incierto. Según Tatiana Stanovaya, analista política rusa, el elogio de Putin a Trump forma parte de un juego estratégico, intentando hacerle sentir que comprende cómo funcionan las cosas. «Es una jugada para que Trump se sienta inteligente, como si realmente entendiera cómo resolver el conflicto», explicó Stanovaya.

Las concesiones imposibles y la ruta hacia la paz

A medida que las expectativas sobre las negociaciones crecen, sigue existiendo una profunda desconexión entre las demandas de Rusia y Ucrania. Putin exige, al menos, la consolidación de los territorios que ha ocupado, junto con garantías de neutralidad y desarme de Ucrania, condiciones que son políticamente inaceptables para cualquier líder ucraniano.

Por su parte, Zelenskyy ha reconocido que algunas concesiones difíciles pueden ser necesarias para alcanzar la paz, pero insiste en que estas solo se podrán hacer a cambio de garantías de seguridad efectivas, como la promesa de membresía en la OTAN o la presencia de fuerzas de paz occidentales.

Con la situación en el frente aún en deterioro y los intereses de ambos bandos tan alejados, los próximos meses serán cruciales. La llegada de Trump a la presidencia podría cambiar el rumbo de la guerra, pero la pregunta sigue siendo: ¿será capaz de superar las tensiones internas en su propio país y las profundas divisiones entre Rusia y Ucrania para llegar a una solución que satisfaga a ambas partes?

Un conflicto de tal magnitud exige mucho más que simplemente un negociador hábil; requiere un liderazgo que entienda las complejidades humanas, políticas y estratégicas de cada actor involucrado. La historia juzgará qué tan preparado está Trump para ese reto.

Crédito fotográfico: AP


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