Los osos polares en el Ártico enfrentan una situación crítica. El deshielo prolongado está poniendo en riesgo su existencia. Un estudio publicado en la revista Nature Communications advierte que tanto los oseznos como las hembras podrían comenzar a padecer desnutrición.
Estos majestuosos animales, símbolos discutidos de la crisis climática, se encuentran al límite. Su estrategia de caza, que solía ser pasiva, se ve afectada por la transformación de sus hábitats debido al deshielo. Antes, esperaban pacientemente para atrapar a sus presas, principalmente focas. Sin embargo, ahora se ven obligados a buscar activamente alimentos en tierra y mar.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington ha estudiado el gasto energético de los osos polares en la colonia de la región occidental de la bahía de Hudson, en Manitoba, Canadá. Los resultados son alarmantes: ni la estrategia de esperar ni la de moverse para cazar les permite sobrevivir en un hábitat cada vez más cálido. Incluso aquellos que buscaban alimento perdían peso corporal al mismo ritmo que los que permanecían inmóviles.
La población de osos polares en esta zona ha disminuido un 30% desde 1987 debido al deshielo y la falta de alimento3. El hielo marino, esencial para la caza de focas, se derrite rápidamente. Sin hielo, las focas no pueden descansar ni criar, lo que reduce drásticamente la disponibilidad de presas para los osos.
Es urgente tomar medidas para proteger a estos magníficos animales y preservar su hábitat. El cambio climático y la acción humana están en el centro de esta crisis. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben guiar nuestros esfuerzos para garantizar la supervivencia de los osos polares y de todo nuestro planeta. Los osos polares podrían morirse literalmente de hambre: el deshielo impide que puedan cazar