
El presidente de Panamá, Raúl Mulino, reiteró el domingo que la soberanía de su país sobre el Canal de Panamá no está en debate, respondiendo de esta forma a las inquietudes planteadas por Estados Unidos respecto a la presencia de China en la región.
Mulino, quien se reunió con el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aprovechó la oportunidad para destacar que su país continuará trabajando en su relación con los Estados Unidos, sin dejar de lado sus compromisos internacionales.
Una de las discusiones más importantes durante la visita de Rubio fue el futuro de la relación de Panamá con China. Mulino dejó claro que, aunque Panamá no renovará un memorándum de entendimiento firmado en 2017 para unirse a la iniciativa china de la Ruta de la Seda, también conocida como la Belt and Road Initiative, el acuerdo podría terminar de manera anticipada.
«El Canal de Panamá es y será siempre soberano, no está en discusión,» aseguró Mulino, subrayando que cualquier preocupación sobre el control de China sobre el vital paso interoceánico no afectará la soberanía panameña.
Aunque el presidente destacó la disposición de Panamá para trabajar en nuevos proyectos de infraestructura y atraer inversiones estadounidenses, también aclaró que su país no invertirá recursos adicionales en iniciativas chinas.
El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, manifestó que las preocupaciones sobre el «control» de China sobre el Canal podrían obligar a Estados Unidos a tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos, según lo estipulado en el tratado de 1977 entre ambos países.
Este acuerdo estableció que Panamá recuperaría el control del Canal, pero bajo la condición de que este fuera neutral y no se permitiera que ninguna potencia extranjera interferiría en sus operaciones.
Rubio recordó que, en virtud de este tratado, Estados Unidos podría intervenir militarmente si el Canal llegara a ser amenazado por un conflicto interno o la influencia de un poder extranjero. Sin embargo, Mulino expresó que no considera un riesgo real que Estados Unidos recurra a la fuerza militar para recuperar el Canal.
Las palabras del presidente panameño refuerzan la postura de su país de que la soberanía sobre el Canal es innegociable.
Otro punto importante de la conversación fue el vínculo de Panamá con la empresa China Ports, la cual opera dos terminales cerca del Canal. Mulino confirmó que las autoridades panameñas están llevando a cabo una auditoría sobre la empresa, que forma parte del conglomerado de Hong Kong, CK Hutchison Holdings.
Sin embargo, el presidente aclaró que la empresa no controla el acceso al Canal, ya que su función se limita a cargar y descargar contenedores y suministrar combustible a los barcos.
El presidente también se mostró dispuesto a seguir cooperando con las autoridades estadounidenses en la supervisión de estas actividades comerciales, mientras se completa la auditoría para asegurarse de que no haya irregularidades. «Esperamos que la auditoría concluya pronto para poder actuar en consecuencia,» agregó.
La migración irregular ha sido otro tema importante de la agenda bilateral. En su reunión con Rubio, Mulino discutió la posibilidad de expandir un programa de repatriación de migrantes que permitirá a Panamá devolver a aquellos extranjeros que no tengan una base legal para permanecer en el país.
Sin embargo, Mulino fue claro al indicar que Panamá no asumirá los costos de este programa. «Panamá no invertirá un solo dólar en ello,» afirmó, sugiriendo que Estados Unidos será el encargado de financiar y gestionar el proceso de repatriación.
El programa, firmado en julio de 2022, busca reducir la migración irregular a través del Tapón del Darién, una región selvática que conecta Colombia con Panamá y que se ha convertido en un paso clave para los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos o Canadá. Mulino mencionó que los migrantes que serían repatriados podrían provenir de países como Venezuela, Colombia y Ecuador.
A pesar de las tensiones que podrían surgir con las iniciativas chinas en la región, Mulino destacó que la visita de Rubio ha abierto una puerta para fortalecer las relaciones entre Panamá y Estados Unidos.
El presidente panameño expresó su deseo de trabajar estrechamente con los Estados Unidos en nuevos proyectos de infraestructura y otros sectores, lo que podría contribuir a un aumento significativo de las inversiones estadounidenses en el país.
«Creo que esta visita abre la puerta para construir nuevas relaciones y aumentar tanto como sea posible las inversiones de Estados Unidos en Panamá,» concluyó Mulino.
Panamá continúa buscando un equilibrio entre sus relaciones con Estados Unidos, China y otros actores internacionales. La soberanía sobre el Canal, la gestión de los recursos naturales y la necesidad de inversión extranjera serán claves para el futuro de este país en una región marcada por desafíos geopolíticos y económicos.
Con un gobierno dispuesto a negociar y a mantener una postura firme sobre su soberanía, Panamá se prepara para avanzar hacia un futuro más próspero, manteniendo su independencia en la gestión de sus recursos más valiosos.