El Papa Francisco ha nombrado a 21 nuevos cardenales, entre ellos el Arzobispo de Toronto, Francis Leo, en una ceremonia que subraya la diversidad y la universalidad de la Iglesia Católica. Este nombramiento es significativo, ya que Francis Leo es el único nuevo cardenal de América del Norte en esta ronda de nombramientos.
Francis Leo, de 53 años, nació en Montreal y ha servido como arzobispo de Toronto desde marzo de 2023. Antes de su nombramiento como arzobispo, Leo fue vicario general y moderador de la Curia de la Arquidiócesis de Montreal, además de obispo auxiliar de Montreal. En una declaración, Leo expresó su humildad y honor al recibir este nombramiento y reafirmó su compromiso con su rol principal en Toronto.
Con estos nuevos nombramientos, el Papa Francisco ha aumentado significativamente el tamaño del Colegio de Cardenales, consolidando aún más su influencia en el grupo de prelados que eventualmente elegirán a su sucesor. Los nuevos cardenales recibirán sus sombreros rojos en una ceremonia conocida como consistorio, que se llevará a cabo el 8 de diciembre.
Los nuevos cardenales provienen de diversas partes del mundo, reflejando la universalidad de la Iglesia. Entre los nombrados se encuentran el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Arzobispo Víctor Manuel Fernández; el Prefecto del Dicasterio para los Obispos, el Arzobispo Robert Francis Prevost; y el Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, el Arzobispo Claudio Gugerotti. También se incluyen el Arzobispo de Hong Kong, Stephen Chow Sau-yan, y el Patriarca Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa.
La comunidad católica ha recibido estos nombramientos con entusiasmo, viendo en ellos una oportunidad para fortalecer la misión de la Iglesia en diversas regiones del mundo. Los nuevos cardenales jugarán un papel crucial en la dirección futura de la Iglesia, especialmente en la elección del próximo Papa.
El nombramiento de 21 nuevos cardenales por parte del Papa Francisco, incluyendo al Arzobispo de Toronto, Francis Leo, marca un momento importante para la Iglesia Católica. Estos nombramientos no solo aumentan el tamaño del Colegio de Cardenales, sino que también reflejan la diversidad y la universalidad de la Iglesia, subrayando su misión de llevar el mensaje de amor y misericordia de Dios a todas las personas del mundo.