El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha sido acusado de antisemitismo por algunos grupos pro-israelíes en el país, por su postura crítica hacia las políticas del gobierno israelí y su apoyo a los derechos humanos de los palestinos. Estas acusaciones se han intensificado tras la reciente escalada de violencia en Oriente Medio, que ha dejado cientos de muertos y miles de heridos, en su mayoría civiles palestinos.
Trudeau ha condenado los ataques de cohetes de Hamas contra Israel, pero también ha expresado su preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel, que ha bombardeado zonas densamente pobladas de Gaza, incluyendo edificios residenciales, escuelas, hospitales y medios de comunicación. Además, ha instado a Israel a cesar los desalojos forzosos de familias palestinas en Jerusalén Este y a respetar el estatus de la mezquita de Al-Aqsa, que ha sido escenario de violentas incursiones de la policía israelí.
Estas declaraciones han provocado la ira de algunos sectores pro-israelíes en Canadá, que han acusado a Trudeau de ser parcial, ignorante y antisemita. Entre ellos se encuentra el Centro para Israel y Asuntos Judíos (CIJA), una organización que se autodefine como la “voz de la comunidad judía organizada de Canadá”. El CIJA ha lanzado una campaña en las redes sociales con el hashtag #TrudeauHatesJews, en la que pide a los canadienses que exijan a Trudeau que se disculpe y que retire su apoyo a los palestinos.
El CIJA no es el único grupo que ha atacado a Trudeau por su posición sobre el conflicto israelo-palestino. Otros grupos como B’nai Brith, Amigos de Simon Wiesenthal y Honest Reporting, también han criticado al primer ministro y han tratado de deslegitimar a las organizaciones que defienden los derechos de los palestinos, como Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Estos grupos han acusado a estas organizaciones de ser cómplices del terrorismo, de difundir falsedades y de incitar al odio contra Israel.
Estas acusaciones han sido rechazadas por varios expertos, activistas y personalidades, que han defendido el derecho de Trudeau y de otros líderes a expresar su opinión sobre el conflicto y a denunciar las violaciones de los derechos humanos cometidas por Israel. Entre ellos se encuentra el ex primer ministro canadiense Paul Martin, quien ha calificado de “absurdo” y “vergonzoso” el intento de tildar de antisemita a Trudeau. Martin ha dicho que Trudeau es un “amigo de Israel” y un “defensor de los judíos”, pero que también es un “defensor de la paz” y un “defensor de los palestinos”.
Asimismo, el rabino canadiense David Mivasair, quien ha participado en varias misiones humanitarias en Palestina, ha dicho que las acusaciones de antisemitismo contra Trudeau son una “estrategia de intimidación” que busca silenciar las voces disidentes y evitar el debate sobre la injusticia que sufren los palestinos. Mivasair ha afirmado que el verdadero antisemitismo es el que se basa en el odio y la discriminación hacia los judíos, y no el que se basa en la crítica y la solidaridad hacia los palestinos.