
THE LATIN VOX (5 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Penny Oleksiak, la atleta olímpica más condecorada de la historia de Canadá, sorprendió este viernes al anunciar su retiro del próximo Campeonato Mundial de Natación en Singapur (11 de julio al 3 de agosto), debido a un problema con las normas antidopaje.
La nadadora de 25 años aclaró en sus redes sociales que el caso “no involucra ninguna sustancia prohibida” y reafirmó su integridad: “Soy y siempre he sido una atleta limpia.”
La noticia ha generado una mezcla de sorpresa y solidaridad en el mundo deportivo internacional, dado el prestigio y la trayectoria impecable de Oleksiak, quien suma siete medallas olímpicas y nueve en campeonatos mundiales.
Una retirada preventiva y voluntaria
Swimming Canada explicó que Oleksiak no ha sido sancionada, pero que decidió retirarse voluntariamente de la competición para evitar cualquier posibilidad de afectar los resultados del equipo canadiense, en caso de que se determine una infracción en el futuro.
Suzanne Paulins, directora ejecutiva de Swimming Canada, señaló que el incidente se debió a «un error administrativo» relacionado con el sistema de localización de atletas exigido por World Aquatics y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Este sistema requiere que los atletas informen regularmente sobre su paradero para poder ser sometidos a controles sorpresa.
“Apoyamos su decisión y creemos firmemente que se trata de una atleta limpia que cometió un error administrativo. Esta es una decisión que pone al equipo por delante de todo”, afirmó Paulins en un comunicado.
¿Qué significa una infracción de localización?
En el contexto del deporte de alto rendimiento, una infracción por localización no implica el uso de sustancias prohibidas, sino que ocurre cuando un atleta no actualiza correctamente su paradero —por ejemplo, si olvida notificar un cambio de domicilio o lugar de entrenamiento—. Acumular tres fallos de este tipo en un período de 12 meses puede llevar a sanciones, incluso sin pruebas de dopaje.
Por el momento, no se ha determinado ninguna violación por parte de Oleksiak, pero la atleta y su equipo optaron por la prudencia, conscientes del impacto potencial sobre la delegación canadiense.
Un gesto de transparencia en tiempos sensibles
En un panorama deportivo global donde los escándalos por dopaje han minado la confianza del público, la actitud de Oleksiak ha sido recibida por muchos como un gesto de integridad y transparencia. La nadadora, que debutó en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con apenas 16 años, ha sido una figura emblemática del deporte canadiense, tanto por sus logros como por su postura ética.
“Las normas antidopaje están diseñadas para garantizar la igualdad de condiciones para todos los atletas. Estamos comprometidos con su cumplimiento”, reiteró Paulins.
¿Qué sigue para Oleksiak?
Si bien no participará en el Mundial de Singapur, no se descarta que Oleksiak regrese en plena forma para las Olimpíadas de París 2026, donde podría ampliar aún más su legado. Por ahora, ha decidido no hacer más declaraciones públicas sobre el asunto, una señal de que su prioridad es resolver la situación con responsabilidad y sin distracciones mediáticas.
En tiempos donde la confianza en el deporte se construye con más que medallas, la decisión de Oleksiak puede verse como una victoria ética: la de una atleta que prefiere dar un paso atrás antes que comprometer la integridad de su equipo y su reputación.
Crédito fotográfico: Penny Oleksiak – The Canadian Press