El 17 de febrero de 2025, un reducido grupo de manifestantes se congregó frente a la embajada de Estados Unidos en Ottawa para expresar su oposición al presidente Donald Trump y al empresario Elon Musk. Los participantes portaban pancartas con mensajes como «Canada Strong and Free» y «Save Canada from Trump». Una de las ilustraciones mostraba un pez gigante etiquetado como «Mu$$$k» devorando a dos peces más pequeños denominados «Trump» y «GOP».
Esta manifestación se enmarca en una serie de protestas que se llevan a cabo en diversas ciudades de Estados Unidos y Canadá, en las cuales los ciudadanos expresan su descontento con las políticas de la administración Trump y la influencia de Musk en el gobierno. En particular, las críticas se centran en la reciente designación de Musk como jefe del nuevo Departamento de Eficiencia, una entidad encargada de supervisar la reestructuración de agencias federales clave, incluyendo las de salud y educación.
Los organizadores de estas protestas han convocado a cientos de manifestaciones frente a oficinas del Congreso y concesionarios de Tesla en Estados Unidos, con el objetivo de enviar un mensaje claro a los legisladores durante su receso. Ezra Levin, cofundador del grupo progresista Indivisible, destacó la importancia de estas acciones al señalar que Musk representa un «eslabón débil» en la coalición política actual.
En Canadá, aunque las protestas han sido de menor escala, reflejan una creciente preocupación por la influencia de las políticas estadounidenses en el país. Los manifestantes en Ottawa enfatizaron la necesidad de proteger los valores y la soberanía canadiense frente a las decisiones políticas y económicas de sus vecinos del sur.
Estas movilizaciones se producen en el contexto del Día de los Presidentes en Estados Unidos, jornada en la que se han organizado protestas en los 50 estados bajo el lema «No es mi presidente».
Las autoridades locales en Ottawa supervisaron la manifestación, que transcurrió de manera pacífica y sin incidentes. Se espera que en los próximos días continúen las acciones de protesta en diferentes localidades, mientras los ciudadanos buscan expresar su descontento y exigir cambios en las políticas actuales.
Estas manifestaciones reflejan una creciente movilización ciudadana en América del Norte, donde individuos y colectivos buscan alzar su voz frente a decisiones gubernamentales que consideran perjudiciales para la sociedad y los valores democráticos.
A medida que avanzan las protestas, tanto en Estados Unidos como en Canadá, se observa una mayor coordinación entre los grupos organizadores, quienes utilizan plataformas digitales para convocar y difundir información sobre las distintas acciones programadas.
La participación ciudadana en estas manifestaciones pone de relieve la importancia de la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica como pilares fundamentales en las democracias occidentales.
Mientras tanto, las administraciones de Trump y Musk no han emitido declaraciones oficiales en respuesta a estas protestas, aunque se anticipa que podrían abordar el tema en futuras comparecencias públicas.
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estas movilizaciones, considerando su potencial impacto en las relaciones diplomáticas y comerciales entre Estados Unidos, Canadá y otros países aliados.
En resumen, la manifestación en Ottawa es una muestra más del descontento ciudadano frente a las políticas actuales, y representa un llamado a la reflexión y al diálogo entre gobernantes y gobernados para abordar las preocupaciones expresadas por la sociedad civil.