THE LATIN VOX (17 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Al menos 900 turistas quedaron varados ayer cerca de la ciudadela inca de Machu Picchu, según informó el Ministerio de Turismo de Perú, después de que el servicio de trenes de pasajeros fuera suspendido debido a una protesta en la región de Cusco.
PeruRail explicó que el servicio se interrumpió el pasado lunes porque la vía férrea había sido bloqueada con “rocas de distintos tamaños” durante enfrentamientos entre residentes locales, autoridades y compañías de transporte. La filial local de PeruRail también indicó que “terceros” habían excavado parte de la vía, afectando su estabilidad y retrasando la evacuación de los turistas.
El conflicto surge tras la expiración de la concesión de Consettur, la empresa que opera los buses que trasladan a los visitantes desde Aguas Calientes hasta la entrada de la ciudadela inca del siglo XV.
Un distrito vecino contrató a otra compañía de buses para reemplazarla, pero los manifestantes en Aguas Calientes impidieron que comenzara a operar, alegando falta de transparencia y justicia en el proceso de asignación.
La ministra de Turismo, Desilu León, informó en la radio local que 1,400 turistas fueron evacuados el lunes, pero 900 permanecían varados en Aguas Calientes, el pueblo más cercano al sitio arqueológico más visitado de Perú.
Las autoridades peruanas trabajan para garantizar la seguridad de los turistas y reanudar el servicio ferroviario, mientras los residentes exigen que la renovación de concesiones respete los intereses locales y beneficie equitativamente a los negocios de la zona.
Este incidente pone de relieve la delicada relación entre la gestión del turismo y las comunidades locales en destinos de alto valor cultural, donde los conflictos por concesiones y servicios esenciales pueden afectar directamente la experiencia de miles de visitantes.
Crédito fotográfico: CNN