
El gobierno de Ontario, liderado por el primer ministro Doug Ford, ha acelerado su plan para ampliar la venta de alcohol en la provincia, permitiendo que cerveza, vino, sidra y cócteles listos para beber estén disponibles en tiendas de conveniencia y supermercados antes de lo previsto. Esta decisión implica un desembolso de hasta $225 millones en fondos públicos para compensar a The Beer Store por la terminación anticipada de su contrato de exclusividad.
Sin embargo, informes recientes sugieren que el costo total de esta iniciativa podría ser significativamente mayor. El Oficial de Responsabilidad Financiera de Ontario (FAO, por sus siglas en inglés) está llevando a cabo una auditoría para evaluar los costos financieros asociados con la expansión de las ventas de alcohol.
Esta investigación se produce después de que la provincia acordara pagar $225 millones para finalizar un contrato de exclusividad, allanando el camino para que cerveza y vino se vendan en tiendas de conveniencia.
Además, el FAO ha indicado que la expansión anticipada de las ventas de alcohol podría costar a los contribuyentes más de $600 millones. Este hallazgo se incluyó en un nuevo informe publicado recientemente por el FAO, que coincide con el inicio de una campaña electoral en la provincia.
La expansión de las ventas de alcohol en Ontario ha generado un debate considerable. Algunos críticos argumentan que el costo real de la iniciativa podría ser significativamente mayor que la cifra inicial de $225 millones, y que la medida podría tener implicaciones negativas para la salud pública y la seguridad.
Por otro lado, los defensores sostienen que la ampliación de los puntos de venta de alcohol proporcionará mayor comodidad a los consumidores y fomentará la competencia en el mercado.
El gobierno de Ford ha defendido consistentemente la expansión de las ventas de alcohol como una medida para ofrecer más opciones y conveniencia a los consumidores, al tiempo que apoya a las industrias locales de cerveza y vino. Sin embargo, la creciente preocupación por los costos asociados y las posibles repercusiones sociales ha llevado a un escrutinio más detallado de la política.
A medida que el FAO continúa su auditoría, se espera que se revelen más detalles sobre el impacto financiero de la expansión de las ventas de alcohol en Ontario. Mientras tanto, el debate público sobre la medida y sus implicaciones para los contribuyentes y la sociedad en general probablemente continuará.