THE LATIN VOX (3 de septiembre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, confirmó que mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que abordaron temas de comercio, política internacional y cuestiones laborales.
Sin embargo, Carney advirtió que es poco probable que Washington elimine en el corto plazo los aranceles que siguen golpeando a sectores estratégicos de la economía canadiense, como el acero y el aluminio.
La llamada coincidió con la decisión de Ottawa de levantar la mayoría de los contraaranceles impuestos a productos estadounidenses, una medida interpretada como un gesto de buena voluntad en medio de las negociaciones para aliviar la presión sobre las industrias más afectadas.
“Fue una buena conversación”, afirmó Carney antes de entrar a una reunión con su gabinete en el área metropolitana de Toronto. “No esperen humo blanco inmediato en estos sectores estratégicos, pero es el tipo de diálogo que debemos seguir teniendo”.
Diplomacia en marcha en Washington
El primer ministro destacó que su nuevo secretario del Consejo Privado, Michael Sabia, se encuentra en Washington para reunirse con sus homólogos estadounidenses. Sabia se suma a una serie de ministros y altos funcionarios canadienses que en los últimos meses han viajado a la capital estadounidense para presionar directamente a legisladores y funcionarios de la administración Trump.
A diferencia de otras ocasiones, la Oficina del Primer Ministro no publicó el tradicional resumen oficial de la conversación con Trump, lo que ha generado especulaciones sobre el tono y los resultados del intercambio.
Una oposición crítica
El levantamiento de los contraaranceles no ha estado exento de polémica en Canadá. El líder conservador Pierre Poilievre calificó la decisión como “otra capitulación y retroceso de Mark Carney”, cuestionando la estrategia del gobierno liberal de ceder sin garantías claras de reciprocidad por parte de Washington.
Un tira y afloja que continúa
A comienzos de año, Canadá había aplicado aranceles de represalia por un valor de 60.000 millones de dólares a productos estadounidenses. Sin embargo, esta semana los retiró en relación con los bienes amparados por el acuerdo comercial CUSMA (T-MEC en español).
Aunque Carney insiste en que las negociaciones siguen abiertas, el mensaje hacia la opinión pública canadiense es claro: el alivio a corto plazo para los sectores castigados por la política comercial de Trump no llegará pronto.
Crédito fotográfico: Bloomberg