En un anuncio desde Iqaluit, el líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, reveló su plan para fortalecer la defensa del Ártico canadiense ante la creciente presencia militar de Rusia y los intereses estratégicos de China en la región.
El plan incluye duplicar el tamaño de los Canadian Rangers, la fuerza de reserva del ejército encargada de la vigilancia en el norte del país. Además, Poilievre prometió revivir la adquisición de dos rompehielos pesados armados para la Marina Real Canadiense, sumados a una aceleración en la entrega de nuevos rompehielos para la Guardia Costera.
Uno de los anuncios más destacados de Poilievre fue la promesa de convertir Iqaluit en una base militar permanente, la primera de su tipo desde el fin de la Guerra Fría. Actualmente, Iqaluit funciona como una ubicación operativa avanzada, pero su desarrollo como base plena se realizaría en consulta con las Fuerzas Armadas y las comunidades indígenas de la región.
El líder conservador enfatizó que la ubicación de Iqaluit es ideal, ya que cuenta con un aeropuerto y un puerto funcionales, lo que permitiría el despliegue tanto de la marina como de la fuerza aérea.
Poilievre no especificó un costo exacto para la implementación de su plan, pero aseguró que se financiaría mediante recortes en la ayuda internacional.
«El Ártico canadiense está bajo amenaza», declaró en un video publicado junto con su discurso en Iqaluit. También afirmó que la soberanía del país y sus relaciones comerciales con Estados Unidos requieren una acción firme.
«Mi plan ‘Canadá Primero’ protegerá a los canadienses y dotará a los valientes hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, especialmente a los poderosos Canadian Rangers, con los recursos que necesitan para defender nuestro norte y asegurar nuestros cielos, mares y territorio», dijo Poilievre.
El enfoque de Poilievre sobre la seguridad del Ártico recuerda a las políticas del ex primer ministro Stephen Harper, quien en 2007 amplió la fuerza de los Canadian Rangers. En la campaña electoral de 2015, los conservadores prometieron una expansión adicional.
La idea de equipar a la marina con rompehielos pesados armados no es nueva. Durante la campaña de 2006, los conservadores propusieron esta estrategia, pero tras asumir el poder la descartaron por considerarla demasiado costosa e impráctica. En su lugar, se desarrolló el programa de patrulleras de la clase Arctic Offshore, que ha estado entregando rompehielos ligeros a la marina en los últimos años.
Poilievre también aseguró que, en caso de llegar al poder, continuaría con los planes de modernización del NORAD y la adquisición de nuevos submarinos, estrategias ya establecidas por el gobierno liberal actual.
El anuncio de Poilievre ha generado reacciones en Nunavut, donde el primer ministro del territorio, P.J. Akeeagok, subrayó la importancia de que cualquier desarrollo en el Ártico sea realizado en consulta con las comunidades locales.
«Si bien me alienta ver atención política en el Ártico, quiero recordar a Poilievre y a su partido que las decisiones sobre el Norte no pueden tomarse sin una consulta significativa con los habitantes del territorio», expresó Akeeagok. «Espero que, si se convierte en primer ministro, sus planes reflejen nuestras necesidades, derechos y perspectivas».
El premier también destacó que, además de la infraestructura de defensa, el gobierno federal debe enfocarse en el desarrollo económico y social del Ártico. Hizo un llamado para mejorar los puertos y avanzar en la conexión de la región con el sur de Canadá mediante un enlace de fibra óptica.
«Nunavut ha progresado en los últimos 25 años, pero es evidente que se necesitan inversiones más sólidas para desbloquear el potencial completo de nuestro territorio», concluyó. «Es hora de que Canadá extienda sus esfuerzos de construcción nacional hacia nuestra tercera y más extensa costa».