Poilievre se opone a la subida del impuesto a las ganancias de capital y lo califica de ‘asesino de empleos’

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El líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, ha anunciado que su partido votará en contra del aumento en la tasa de impuestos sobre las ganancias de capital propuesto por el gobierno, calificándolo como un “asesino de empleos”. Esta medida fiscal, que se espera genere alrededor de 19 mil millones de dólares en nuevos ingresos, ha sido objeto de críticas por parte de los conservadores.

Poilievre ha argumentado que el incremento en la tasa de inclusión de las ganancias de capital, que pasaría de la mitad a dos tercios para las ganancias de capital superiores a 250,000 dólares al año para individuos, y en todas las ganancias de capital realizadas por corporaciones y fideicomisos, tendría consecuencias perjudiciales. Según él, esta subida de impuestos podría empeorar la escasez de médicos de familia en el país, ya que impondría impuestos más altos sobre los ahorros de jubilación de los médicos, lo que podría llevarlos a retirarse ahora o trasladar sus prácticas al extranjero.

Además, Poilievre ha señalado que algunos agricultores podrían enfrentarse a impuestos más altos cuando vendan una granja familiar. Los Productores de Granos de Canadá han estimado que el aumento de la tasa de inclusión elevará el impuesto promedio pagado por algunos de sus miembros en un 30%. “Este impuesto asesino de empleos de Trudeau expulsará miles de millones de dólares en maquinaria, tecnología, negocios y cheques de pago de nuestro país”, dijo Poilievre, haciendo eco de las declaraciones del exministro de Finanzas liberal Bill Morneau, quien ha dicho que el aumento de impuestos desalentará la inversión.

En respuesta, el Primer Ministro Justin Trudeau ha replicado que los conservadores estarían votando en contra de los canadienses de clase media. La Asociación Médica Canadiense se ha opuesto firmemente al aumento de la tasa de inclusión, diciendo que el aumento de impuestos empeorará la atención primaria en un país donde ya 6.5 millones de personas no tienen acceso a un médico de familia o enfermera practicante.


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